Barcelona

Tres horas en un tren a 13 grados bajo cero

El temporal de nieve y frío que azota estos días el norte de España no da tregua. Ayer dificultó seriamente los trasportes por carretera y ferrocarril. A primera hora de la mañana, un tren Alvia que cubría el trayecto entre Santander y Madrid se quedó atrapado en el Puerto de Reinosa por el hielo acumulado en la catenaria

Un tren Alvia, que cubre el taryecto entre Santander y Madrid, permanece detenido en la estación de Lantueno (Cantabria) por una avería provocada por las bajas temperaturas registradas en la zona, de hasta 13 grados bajo cero y que ha afectado a 148 pa
Un tren Alvia, que cubre el taryecto entre Santander y Madrid, permanece detenido en la estación de Lantueno (Cantabria) por una avería provocada por las bajas temperaturas registradas en la zona, de hasta 13 grados bajo cero y que ha afectado a 148 palarazon

Las bajas temperaturas -hasta trece grados bajo cero- que se registraron en la zona provocaron la avería. De hecho, Cantabria se encontraba ayer en alerta naranja por heladas.

El tren de largo recorrido, que había salido de la estación de la capital cántabra a las 7:05 de la mañana, apenas pudo circular una hora y cuarto cuando a las 8:20 se producía el incidente.
El convoy, con 148 personas a bordo, se quedó parado entre las estaciones de Reinosa y Lantueno debido a la congelación del pantógrafo, el elemento que toma la corriente eléctrica desde la catenaria y permite el funcionamiento del tren.

La falta de electricidad se tradujo en un problema más grave aún: los sistemas de calefacción no funcionaban. A pesar del frío exterior, la temperatura del tren no bajó en exceso y no hubo que lamentar ningún problema de hipotermia entre los pasajeros, como admitieron los responsables tanto de Protección Civil como de la Guardia Civil de Reinosa. El interventor del tren y el maquinista reubicaron a los pasajeros en el primer vagón de la unidad para tener controlada la situación. Además, este reagrupamiento respondía al protocolo para facilitar el posible trasbordo a otra unidad y también, en este caso en concreto, para «mantener la temperatura gracias al calor corporal de todos los viajeros», según manifestó a LA RAZÓN un el jefe de Protección Civil en Reinosa.

A pesar de verse incomunicados en medio de un temporal de nieve y frío, los usuarios del tren de largo recorrido mantuvieron la calma en todo momento y sólo mostraron preocupación aquellos que debían coger otro tren o avión a su llegada a la capital de España.

Tras tres largas horas atrapados en medio de la nieve comenzaron las labores de rescate. En un primer momento, Renfe contempló la posibilidad de remolcar el Alvia, pero finalmente se decantó por facilitar un tren de Cercanías y realizar un trasbordo de los pasajeros y llevarlos hasta Reinosa. Según fuentes de Protección Civil y de la Guardia Civil este momento fue el más complicado: «Había que bajar del tren a todo el pasaje en grupos de cuatro personas y recorrer con ellos un tramo de 30 o 40 metros por el balastro de las vías que estaba helado y muy resbaladizo». La operación se llevó a cabo sin ningún tipo de contratiempo, salvo la temperatura exterior, que hizo bajar el mercurio hasta alcanzar los trece grados bajo cero.

Una vez en la capital campurriana, Renfe facilitó el trasporte por carretera de los 148 pasajeros. La empresa de ferrocarriles cubrió el recorrido con cuatro autobuses, de los cuáles dos pusieron rumbo a Madrid, uno a Valladolid y otro a Palencia, que realizaron paradas en todos los municipios donde el tren efectúa parada en condiciones habituales.

Las labores de mantenimiento realizadas en la catenaria de la vía se prolongaron durante toda la mañana de ayer. El servicio volvió a funcionar con total normalidad cinco horas después de la incidencia, a las 13:20 horas.

La actuación realizada entre Adif y Renfe Operadora responde al Plan de Inclemencias Invernales. Esta estrategia contempla el «modus operandi» en caso de nevadas, heladas e inundaciones por fuertes lluvias.

Más alertas

Mientras, el frío no termina de marcharse. De hecho, hoy un total de 34 provincias que están en alerta por temperaturas mínimas de hasta 7 grados bajo cero, principalmente en el interior peninsular, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En concreto, estarán en alerta amarilla (riesgo) por temperaturas mínimas Huesca, Teruel, Zaragoza, Cantabria, toda Castilla-La Mancha y toda Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Barcelona, Gerona, Lérida, Navarra, la Comunidad Valenciana, Cáceres, Asturias y el noroeste de Murcia. Además, La Coruña, Lugo y Pontevedra estarán en alerta amarilla por viento, al igual que Mallorca y Menorca.

En la península, las temperaturas sufrirán un ligero ascenso respecto al domingo y oscilarán entre los siete grados bajo cero que se registrarán en Cuenca y Guadalajara hasta los 11 grados positivos que se esperan en Málaga. En general, las heladas serán moderadas en el interior peninsular hasta primera hora de la mañana y también se producirán nieblas matinales en la meseta norte. En Galicia, el cielo estará muy nuboso o cubierto con precipitaciones débiles o moderadas a partir del mediodía y con posibilidad de que sean localmente persistentes en puntos del litoral occidental. Es probable que las lluvias se extiendan también al interior de Asturias y al noroeste de León.


Más lluvia y menos frío
2010 acabará con lluvia y con un ligero aumento de las temperaturas. Entre el lunes y el miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un tiempo inestable en el tercio occidental de la Península, con precipitaciones débiles, aunque la posibilidad de llevar paraguas será más probable en el Oeste peninsular y menos en el Este. Las precipitaciones afectarán también al Archipiélago canario a partir del miércoles. Hacia la mitad de la semana habrá un aumento moderado y generalizado de las temperaturas, excepto en Canarias, donde habrá pocos cambios y tenderán a desaparecer las heladas. Para Fin de Año se espera que el tiempo se estabilice, aunque los termómetros bajarán.