Ganaron los bancos

No deseo unirme a aquellos que echan la culpa de nuestros males a los bancos, no creo en ello, pero si hay una verdad inmutable que he aprendido durante los años es que cuando se trata de elegir entre la gente y los bancos, estos últimos siempre ganan. Éste ha sido de nuevo el caso del mal llamado rescate griego, que no ha sido otra cosa que un rescate de aquellos bancos que prestaron dinero a Grecia.

De nuevo han ganado los bancos, fundamentalmente los franceses y alemanes a costa del sacrificio de los ciudadanos griegos. Mientras los tenedores de la deuda griega recibirán el 100% de su inversión más jugosos cupones, por bonos que hoy cotizan a enormes descuentos sobre su valor nominal, los griegos tendrán que afrontar sustanciales recortes en las prestaciones que reciben del Estado, y lo harán al mismo tiempo que se ven abocados a una más profunda crisis económica.

Es notable destacar que este sacrificio griego se produce a cambio de absolutamente nada, pues el dinero que recibirán será rápidamente usado para satisfacer las obligaciones griegas para con sus acreedores, es decir: los bancos, después de lo cual ni se reducirá el volumen de deuda ni la carga financiera en los presupuestos griegos.

Me es difícil pensar en una situación análoga de tan patética falta de liderazgo como en el caso los distintos gobiernos griegos antes y durante la crisis, ni una visión tan lamentablemente cortoplacista como la de la Unión Europea para solucionar una crisis que sólo tiene una salida posible: una reestructuración de la deuda griega que la reduzca al menos en la mitad. Si fuese banco me prepararía para ello; los ciudadanos griegos no creo que toleren el siguiente rescate bancario.