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El suflé se quemó

La Razón
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La verdad es que nadie daba un duro por Jaime Lissavetzky en su duelo frente a Gallardón. Pero ahora que se ha empeñado en quemarse a lo bonzo con su suflé menos todavía ¡Qué mal perder tiene el Secretario de Estado para el Deporte! Parece mentira teniendo el cargo que tiene. Quizá es que lo del Mundial se le ha subido a la cabeza como si el gol de Iniesta lo hubiera metido él. Qué mal perder, y que inocencia supina, por pensar que Tomás Gómez no le iba a pasar factura por tanta chulería en las primarias. Pero además de todo esto Lissavetzky es bastante cobarde: como no le gusta lo que le dice Callao, acude lloriqueando a papá Ferraz tirando de la falda de Rubalcaba para que le solucionen la papeleta. A Lissavetzky le importa un comino Madrid. Esto estaba bastante claro. Lo único que le preocupa es quedarse colgado de la brocha en 2012 con la hipotética victoria de Rajoy. Y eso pasa factura querido Jaime porque las pataletas se pagan y las chulerías también. Lissavetzky tiene lo que se merece: un rival que se lo va a merendar. Lástima que los madrileños no tengamos el grupo municipal socialista que nos merecemos.