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Una semana decisiva

La Razón
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Esta semana, aunque haya pasado casi de puntillas, no ha sido, ni por asomo, una más. Hay momentos clave en el año donde se dilucida el futuro de los equipos y éste es uno de ellos. ¿Por qué?, pues por la sencilla razón de que en apenas 7 días se han disputado tres jornadas.

Cuando sólo faltan 9 para que termine la fase regular, las posibilidades de salvarse o de entrar en «playoff» dependen de si se gana o se pierde un partido. Acumular tres en una semana, es casi como estar jugando a la ruleta rusa con el futuro de los equipos. Imaginemos a cualquiera de los que andan por la mitad de la tabla jugándose entrar entre los mejores, o a los cuatro que tienen posibilidades de descender. Imaginémoslos afrontando estos días con mimo y concentración y tras una planificación consecuente con la importancia de lo que hay en juego.

Todo preparado, y de repente ocurre. Uno de los jugadores importantes tiene una lesión, un esguince que le hace estar de baja «sólo» siete días, y después otro de los jugadores básicos enferma de gripe, tres días de fiebre, antibióticos...

Serían contratiempos sin importancia si no fuera porque en esos próximos siete días se juega el futuro. Ganar o perder es vital y el gran problema es que no hay tiempo de reacción. No puedes cambiar de jugador, apenas puedes hacerlo de estrategia y sin embargo sabes que nunca se tendrá en cuenta. Lo único que quedará es que se perdieron tres partidos y se sentenció un descenso o que se ganaron y se firmó un «playoff». Ayer el Barça se presentó en Menorca sin Morris, Vázquez ni Ingles. Consiguieron ganar, hablamos de un súper-equipo, pero rozaron la derrota. Para ellos no hubiera sido trágico, pero a los menorquines y por carambola a granadinos, alicantinos y manresanos, les hubiera cambiado bastante el panorama.
Creo que no tiene sentido concentrar tanto en tan poco tiempo. Cualquier problema altera la competición.