Shyamalan se pone guerrero

Realizar tu primera película con menos de treinta años y que se convierta en un éxito mundial puede ser un problema. Pero no nos ocupa la filmografía de Orson Welles, sino la de un cineasta precoz y peculiar que creó un batallón de admiradores con «El sexto sentido», y que supo mantener en la selva de Hollywood su toque personal con «El protegido», «Señales» y «La joven del agua», entre otras. Sin embargo, M. Night Shyamalan ha cambiado un poco el registro con «Airbender. El último guerrero», una película con aroma a saga de éxito infantil basada en la serie animada de TV «Avatar: La Leyenda de Aang».

Nuevo en la estereoscopía
«Creo que se trata de una parte diferente de mí, aunque continúan muchos temas que están en todas mis películas, como la naturaleza, el destino», se defiende el realizador indio, quien ha luchado para mantener una identidad en la industria que ahora parece tentarle con propuestas más comerciales. «Me siento bienvenido en Hollywood, pero como un invitado. Siempre me han tratado muy bien».

Otro de los retos de Shyamalan fue la utilización del 3D, «cuando yo soy un minimalista», dice. Pero una película de estas características pedía a gritos la tecnología de moda, aunque el director no la ve como tal. «Era bastante escéptico con el 3D, pero cuando vi "Alicia en el País de las Maravillas"me pareció más sutil. Creo que es importante que no salte de la pantalla. Para mí, esta tecnología tiene mucho sentido para conseguir más profundidad de campo. No creo que se trate de una moda pasajera, aunque no creo que lo utilice para mis "thrillers"».

Aunque esta última afirmación no debe interpretarse como que «Airbender. El último guerrero» haya sido una mala experiencia: «Si Paramount me llama para la siguiente, la haré. Me encanta la segunda temporada de la serie, además la veo como una historia en tres partes, no como una secuela. Lo único que me preocupa es que cada vez se convierta en un producto más oscuro, pero es algo que va dentro de mí», exlica el director.

Porque Shyamalan, por mucho que se inmiscuya en una saga de corte infantil, nunca se podrá desligar de una frase ya mítica en la historia del cine, pronunciada, curiosamente, por un niño: «En ocasiones veo muertos». 

El salvador
Los cuatro elementos, aire, tierra, mar y fuego, son también cuatro naciones que ven su futuro amenazado cuando la del fuego declara una guerra contra el resto. Aang –Noah Ringer– (en la imagen) es el único avatar que puede dominar los cuatro elementos y acabar con la guerra. Pero un enemigo se interpondrá en su camino.