España

La UE destapa que España no sabe los sanitarios que tiene

El Parlamento comunitario reclama a los estados un sistema de formación médica ajeno a los laboratorios.

La UE destapa que España no sabe los sanitarios que tiene
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MADRID- La Sanidad es, posiblemente, la «empresa» con un mayor número de empleados de España. Miles de médicos, enfermeras, auxiliares o celadores mantienen una vinculación laboral, estatutaria o funcionarial con hospitales, centros de salud, consejerías, servicios regionales... Pese a ello, el descontrol y la falta de información de la Administración con respecto a sus trabajadores es casi total. A día de hoy, se desconoce a ciencia cierta el número de facultativos en ejercicio, su distribución por especialidades o la necesidad de los mismos que habrá en el futuro. Por no existir, tampoco existe sistema de formación continuada, vital para la buena práctica de la medicina, más allá de la red privada tejida por los laboratorios.

La UE ha caído en la cuenta de tamaño problema y ha formulado unas peticiones genéricas hacia todos los Estados que, sin embargo, parecen formuladas expresamente para España. La instancia encargada de ello ha sido el Parlamento Europeo, que ha exigido tanto al Ejecutivo comunitario –la Comisión– como a los propios Gobiernos la puesta en marcha de una serie de medidas destinadas a atajar el descontrol. En la «declaración por escrito sobre el personal sanitario europeo», a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, el Parlamento apremia a los países a «garantizar la disponibilidad de suficientes datos comparables para una planificación del personal sanitario a escala de la UE».

Asimismo, demanda el establecimiento de «estrategias efectivas y sostenibles en materia de contratación y retención de efectivos en el sector sanitario». Para Carlos Amaya, vicepresidente de la Federación Europea de Médicos Asalariados, éstas y otras reivindicaciones ponen en evidencia «la falta de interés de España a la hora de regular y cohesionar la política de personal sanitario». Falta de interés que, a su juicio, se traduce en la ausencia de datos oficiales fiables sobre profesionales del sector o en la carencia de un registro, pese a que, como recuerda, la propia Administración encomendó la realización del mismo a la Organización Médica Colegial. «Se trata de denuncias que llevamos planteando desde hace una década», se lamenta, cuya organización ha impulsado la actuación del Parlamento Europeo.

La instancia comunitaria no se detiene ahí. También demanda un sistema de formación de los profesionales permanente, alejado del que pivota ahora sobre la industria, e insta a «fomentar el papel de los profesionales sanitarios a la hora de aplicar estrategias que faciliten la movilidad profesional y de conocimientos». Este punto chocaría de raíz con las trabas idiomáticas existentes en España, que obstaculizan el ejercicio en varias autonomías.


Jiménez busca la paz en la guerra de los bollos
El Ministerio de Sanidad y la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas han acordado abordar el asunto de la alimentación en los centros escolares desde el consenso. Así se ha puesto de manifiesto en la reunión mantenida por la ministra Trinidad Jiménez y el presidente de FIAB, Jesús Serafín, después de que en julio un texto del Ministerio en el que se vetaban los bollos y las chucherías en la escuela desatara una enconada polémica en el sector.