Tarragona
Rajoy acusa a Mas de no tener «agallas» para gestionar la crisis
Le recrimina haberle hecho un chantaje con el pacto fiscal
TARRAGONA- «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos (...) dejándolo medio muerto». Así empieza la parábola de «El buen samaritano», que Artur Mas, un hombre que tiene la Biblia como libro de cabecera, debió reconocer en el sermón que ayer le dio Mariano Rajoy por no haber actuado como «un buen gobernante». En su segundo día de campaña catalana, Rajoy entró en el cuerpo a cuerpo con Mas. Directo, sin miramientos, de presidente a presidente, acusó a Mas de haber convocado elecciones anticipadas «porque le faltó coraje para tomar las decisiones difíciles de una crisis y explicárselas a los ciudadanos» y porque, como el hombre que en la parábola de «El buen samaritano» da un rodeo para no ayudar al moribundo, ha optado por darse a la fuga cuando gobernar se puso feo. Precisamente «porque ningún buen gobernante utiliza a los ciudadanos como instrumento para lograr sus ambiciones», Rajoy pidió a los catalanes que no hagan caso de quien no tiene «cuajo ni agallas» para aguantar las decisiones difíciles de una crisis. «¡Si es difícil gobernar, no haberte presentado a las elecciones!», espetó a Mas sin perder el temple. No se alteró ni cuando cuatro infiltrados en el mitin, que se celebró en el hangar del puerto de Tarragona, le interrumpieron con gritos de «no es una crisis, es una estafa». Tras este paréntesis, Rajoy acusó a Mas de haberle hecho «chantaje» con el pacto fiscal para lanzarse a «una aventura condenada al fracaso».
No satisfecho con la retahíla de reproches a Mas, golpeó a un PSC al borde del knock out. Pidió el voto a los catalanes que se sienten españoles, independientemente de que sean de izquierdas o derechas, alegando que el PP es el único capaz de evitar la ruptura de España.
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