Comunidad de Madrid
Un policía municipal salvó a María Teresa
Mario García, fuera de servicio, sacó del «pasillo del terror» a una de las víctimas de la tragedia del Madrid Arena. Varios testigos le sitúan como uno de los porteros del Arena, algo que sería incompatible con su cargo
MADRID- Fue la imagen más impactante el día de la tragedia, corrió como la pólvora por todas las televisiones y webs porque fue el único documento gráfico de una de las víctimas aplastadas en el Madrid Arena. Hoy sabemos quiénes son los protagonistas. La joven que aparece en estado inconsciente en la triste imagen se llama María Teresa. Quien la rescató de la marabunta fue Mario García Cepa, el otro protagonista de la imagen. Este policía municipal destinado en Puente de Vallecas recogió a la joven del suelo y la llevó en brazos hasta el exterior del recinto, donde, según fuentes policiales, estuvo practicándole maniobras de reanimación hasta la llegada del Samur. Después de más de 30 minutos de reanimación, los facultativos de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid consiguieron sacarla de la parada y estabilizarla.
Una de las amigas de Mario fue quien dio a conocer ayer la historia a través de una red social. En su muro de Facebook, Mónica García colgó la imagen para pedir que le reconocieran a su amigo el mérito y el gesto «altruista, arriesgando su propia vida» por rescatar a María Teresa. Asegura que este policía disfrutaba del Thriller Music Park del Madrid Arena junto con unos amigos aquella madrugada, como parte del público.
Sin embargo, otras fuentes apuntan a que Mario, si bien es cierto que no estaba de servicio aquella noche para la Policía Municipal, tampoco estaba precisamente bailando la música electrónica pinchada por Steve Aoki. El joven es muy conocido en distintos cuerpos policiales y todas las fuentes apuntaban ayer a que Mario, en realidad, trabaja muchas veces como portero de discoteca y que eso podría estar haciendo aquel día en el Arena. Las mismas fuentes señalan que siempre ha trabajado para Carlos Manzanares –muy conocido en Parque Coimbra y Móstoles–, propietario de la empresa que aquella noche se encargaba de la seguridad del interior del recinto, Kontrol, 34 S. L. Según los organizadores del evento, la empresa Diviertt, la seguridad interior estaba garantizada con los 74 controladores de acceso. Sin embargo, podría haber algunos que no hubieran estado dados de alta –como aseguran fuentes policiales que era el caso de Mario–, por lo que no podría demostrarse que aquella noche trabajaron al haber cobrado en «B», algo bastante habitual en el mundo de la noche.
Ley de incompatibilidades
De ser cierto que el joven estaba aquel día trabajando como controlador de acceso, estaría infringuiendo la ley de incompatibilidades establecida para los policías locales de la Comunidad de Madrid.
Las mismas fuentes apuntan a que Mario se quitó el chaleco reflectante que llevaban aquel día los porteros para rescatar a la joven pero que algunas cámaras del interior del pabellón podrían haberle captado con el distintivo. El agente, que solicitó una permuta desde la Policía Municipal de Arroyomolinos para trasladarse a la de Puente de Vallecas, según confirmó una portavoz del Consistorio, también trabajó como portero de discoteca en Inn del polígono Urtinsa de Alcorcón (conocido como Costa Polvoranca), lugar implicado en multitud de reyertas y en el asesinato del nigeriano Ndombele Augusto en 2002.
El policía ya ha acudido a dependencias policiales a prestar declaración ante el Grupo V de Homicidios –que lleva el «caso Madrid Arena»– en calidad, supuestamente, de asistente al evento.
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