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Derechos Humanos

Los saharauis liberados aseguran haber sufrido torturas

El Colectivo de Defensores Saharauis de Derechos Humanos (CODESA) ha denunciado en un comunicado las torturas y abusos sufridos por saharauis durante la represión desencadenada tras las protestas por el desalojo del campamento saharaui levantado a las afueras de El Aaiún.

El grupo, presidido por la activista Aminetu Haidar, cita con nombres y apellidos tres casos de personas ya puestas en libertad que aseguran haber sufrido torturas y malos tratos durante los interrogatorios de las fuerzas de seguridad marroquíes.

"La mayoría de los liberados han sido objeto de malos tratos, torturas, humillaciones y prácticas degradantes para la divinidad humana tras su detención en la comisaría de Policía de El Aaiún", asegura CODESA en su último comunicado. "Siguen llevándose a cabo redadas en muchas de las casas de la población saharaui en diferentes barrios del Aaiún, donde siguen produciéndose saqueos, incendios y robos de decenas de tiendas, coches y edificios", explica.

En concreto, cita el caso del activista defensor de los Derechos Humanos El Laili Layla, detenido el 9 de noviembre, al día siguiente del desalojo del campamento, por efectivos de la Policía marroquí de paisano. Layla "fue interrogado sobre su relación con el comité organizador del campamento, golpeado, escupido, sometido a palizas y humillaciones durante más de 24 horas antes de ser liberado"junto a unas 50 mujeres que habían permanecido también detenidas desde la incursión contra el campamento de protesta.

También menciona el caso de Hamza Chuwaf, de 14 años, detenido en la mañana del 8 de noviembre en la ciudad de El Aaiún también por policías de paisanos. Fue liberado en la noche del 10 de noviembre tras ser torturado en las oficinas de la Policía Judicial. "Todavía eran visibles los efectos de las torturas en diversas partes del cuerpo, especialmente en la boca, la cabeza y las piernas, que fueron quemadas con cigarrillos y lesionaron su cuerpo con instrumentos cortantes", denuncia CODESA citando a familiares del menor saharaui.

Otro saharaui, de 28 años de edad, habría sido detenido el 9 de noviembre cuando salía de su casa y su familia no tuvo noticias de él hasta su liberación, al día siguiente. Entonces tenía "marcas visibles en su cabeza, piernas y rostro, y tenía dificultad para hablar y moverse".
CODESA denuncia "constantes incursiones de los equipos especiales de seguridad (...) que saquean y torturan sistemáticamente", como en el caso de un joven saharaui que fue detenido en una operación policial en la que los agentes rompieron la casa de su vivienda y maltrataron y amenazaron a sus familiares, incluidos varios menores de edad.

Las autoridades marroquíes se habrían centrado especialmente en los activistas de Derechos Humanos, como Brahim Ismaili, cuya esposa explicó que en la madrugada del 10 de noviembre decenas de agentes entraron en su casa por la fuerza y aterrorizaron a toda su familia, incluidos sus tres hijos menores.

También entraron en la casa del activista saharaui Brahim Ismaili, detenido junto a su sobrino, Mohamed Salem al Busaidi. Los miembros de la familia fueron "golpeados y maltratados"durante el registro de la vivienda. Los familiares de ambos desconocen aún su paradero.
Las fuerzas de seguridad marroquíes se han esmerado también en la búsqueda de los cuatro activistas internacionales --tres españoles y un mexicano-- que se encuentran ocultos en El Aaiún. Así, habrían registrado las casas de otros defensores de Derechos Humanos, Mustafa Dah y Ghalia Djimi en la "insistente búsqueda por parte policía marroquí de los extranjeros que piensan puedan encontrarse albergados en los hogares de los defensores de los Derechos Humanos saharauis".

Aparte de estos casos concretos, CODESA asegura que aún hay una "gran cantidad"de saharauis desaparecidos entre los que se encuentran ancianas, mujeres y niños, según el testimonio de las familias de los detenidos. "A pesar de que las autoridades marroquíes han liberado los días 10 y 11 de noviembre a numerosos civiles saharauis, en su mayoría mujeres y niños menores de edad, aún se encuentran detenidos decenas de ellos que son sometidos a interrogatorios sin conocer las familias su situación", sostiene el grupo.