África

La Haya

Los rebeldes llegan al centro de Trípoli en busca de Gadafi

El régimen de Muamar al Gadafi está a punto de derrumbarse. La zona alrededor de Bab el Aziziya, el palacio-cuartel de Gadafi, que está en paredero desconocido, es uno de los focos de la resistencia a los rebeldes en la capital. Según el representante de las fuerzas opositoras en Reino Unido, Mahmud Nacua, ya controlan "un 95 por ciento"de Trípoli y no pararán hasta llevar al dictador ante un tribunal.> París propone una cumbre urgente para hablar del futuro de Libia> La OTAN asegura que el régimen de Gadafi se está desmoronando y no puede ganar > Obama insta a Gadafi a abandonar el poder «de una vez por todas» > El Consejo de Transición pide a los libios que no maltraten a los combatientes de Gadafi> La UE pide a Gadafi que se rinda inmediatamente

La batalla por Trípoli acelera el fin de Gadafi
La batalla por Trípoli acelera el fin de Gadafilarazon

La operación para liberar Trípoli ha comenzado: los opositores dentro de la capital se han levantado en armas contra el régimen de Muamar Gadafi y los rebeldes están avanzando desde el oeste sobre la capital. Se llama «amanecer de la sirena» o «novia del mar» (tal y como se conoce a la ciudad mediterránea) y sería una operación bien organizada, preparada desde hace mucho tiempo y en coordinación con las autoridades rebeldes de Bengasi.

Así lo confirmaba a LA RAZÓN el portavoz del Ejército revolucionario desde la capital rebelde. Omar Ahmed Bany explicaba que en Trípoli se está poniendo en práctica una estrategia «barrio por barrio» y aseguraba ayer por la tarde que un «50% de Trípoli está ya liberado».

Según las informaciones que consiguen salir de allí, los enfrentamientos entre las células rebeldes y los fieles de Gadafi se desencadenaron en la noche del sábado y no han parado desde entonces, causando centenares de heridos y muertos, 1.300 según el Gobierno de Trípoli. El régimen habría desplegado francotiradores en los edificios públicos y las Fuerzas de Seguridad estarían reprimiendo las manifestaciones populares espontáneas antigubernamentales, tal y como ocurrió exactamente hace seis meses, cuando Trípoli intentó rebelarse junto a Bengasi y fue brutalmente silenciada.

Ahora algunos de los barrios de la capital estarían ya en manos de los revolucionarios, su bandera ondearía en ellos, mientras que los enfrentamientos siguen en otras áreas. Los rebeldes todavía tienen que hacer frente a los seguidores del coronel Muamar al Gadafi en "combates esporádicos", dijo uno de los portavoces del la Alianza del 17 de Febrero, Ahmed Othman.

En declaraciones a la televisión Al Arabiya, Othman agregó que al menos 20 rebeldes murieron anoche mientras tomaban Trípoli, a causa de los disparos de los francotiradores fieles al régimen de Gadafi. 

Según Othaman, los francotiradores estaban desplegados en distintos lugares de la capital libia, principalmente en los tejados de los hoteles u otros edificios altos y disparaban contra cualquiera que se moviera por la calle. 

"Sólo en las primeras horas de la madrugada de hoy, al menos 20 revolucionarios murieron debido a los disparos de esas personas", afirmó.

Esta mañana, la zona alrededor de Bab el Aziziya, el palacio-cuartel de Gadafi, es uno de los varios focos de la resistencia a los rebeldes en la capital.

A las afueras de la capital, los rebeldes habrían tomado una de las bases militares más importantes del régimen, simbólica por ser la de Jamis al Gadafi, hijo del coronel, que dirigía la Brigada 32 o «Brigada Jamis», uno de los cuerpos de élite más potentes y sanguinarios de Libia. Los rebeldes que han ido avanzando en las últimas semanas desde las montañas de Nafusa ya han entrado a Trípoli desde el oeste, según la cadena árabe Al Yazira, que también mostró a los insurgentes celebrándolo en la simbólica Plaza Verde, en el corazón de la capital libia.

El CNT, en Trípoli
Además, según el Consejo Nacional de Transición (CNT, cuatro de sus integrantes han llegado a Trípoli durante el fin de semana para coordinar con las autoridades del antiguo régimen un dispositivo de seguridad que, según han explicado los rebeldes, es una de sus principales prioridades.

"La principal prioridad del plan es la seguridad", ha afirmado un miembro del CNT, Abdulá Gzema, desde la ciudad de Bengasi, donde se encuentra la sede del organismo.

Los enviados del CNT habrían llegado a la capital antes que los propios milicianos rebeldes para preparar la caída del régimen. "Han contactado con los comités locales. Hay comunicación", ha explicado Gzema.

El objetivo sería que la seguridad esté al cargo de responsables civiles de las ciudades y pueblos tomados, no de los comandantes de las milicias insurgentes. En ese sentido, ha descartado desmontar las fuerzas de seguridad, tal como se hizo en Irak tras la caída de Sadam Husein.

"Trabajaremos con ellos, excepto con quienes fueran muy cercanos a Gadafi, pero creo que ya se han marchado", ha indicado otro miembro del CNT, Suleiman al Sahli, responsable de Educación de los rebeldes.

Discurso
Por su parte, Gadafi, asediado y desesperado, ofreció un discurso en la televisión pública por segunda vez en menos de 24 horas, pidiendo refuerzos a las tribus de toda Libia para defender la capital y asegurando que «luchará hasta la última gota de sangre». Sin embargo, el paradero de Gadafi es desconocido.

Su portavoz, Musa Ibrahim, culpaba a la OTAN de ayudar a los rebeldes a asaltar y destruir la capital, y a matar a su gente. Mientras, el gobierno rebelde anunciaba que el hijo de Gadafi, Seif al Islam, había sido capturado en Trípoli, donde la familia que ha gobernado Libia durante más de 40 años estaría en control exclusivamente de su complejo residencial fortificado, Bab al Azaziya. Hasta el batallón del Ejército encargado de la seguridad personal de Gadafi, se habría rendido y entregado las armas.

"La pacífica ciudad de Trípoli se ha transformado en un infierno por causa del apoyo de la OTAN a los grupos de terroristas. Los bombardeos de la alianza han permitido el avance de los rebeldes, y los decesos se han producido en esos ataques o en los combates", señaló.
Un miembro del opositor Consejo Nacional de Transición, Fathi Benjalifa, confirmaba a Efe que los rebeldes habían tomado prácticamente Trípoli, salvo el área de Bab al Aziziya, donde está ubicado el cuartel general del líder libio.

El activista, contactado por Efe a través de internet desde El Cairo, agregó que la captura de Gadafi solo dependía de que los rebeldes lograran entrar en el complejo presidencial.
Su captura se sumaría a la de tres de los hijos del líder libio, Seid al Islam, Saadi y Mohamed. Este último se entregó después de que los rebeldes rodeasen su casa, según Benjalifa.
Desde La Haya, la Corte Penal Internacional confirmó la detención de Al Islam, sobre el que pesa, junto a su padre y sus hermanos, una orden de arresto por presuntos delitos de lesa humanidad.

Por su parte, Abubakr Trabulsi, uno de los portavoces de la opositora Alianza del 17 de febrero, afirmó que los dos hijos de Gadafi habían sido apresados en una zona turística en el oeste de la capital.

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Ramsussen, aseguró que el régimen de Gadafi estaba "claramente desmoronándose", y sostuvo que el líder libio "no puede ganar la batalla"contra sus propios ciudadanos.

"Ahora es el momento de que cesen todas las amenazas contra los civiles, tal y como ha exigido el Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora es el momento de crear una nueva Libia, un Estado basado en la libertad y no en el miedo; en la democracia y no en la dictadura; la voluntad de la mayoría y no el capricho de unos pocos", indicó.

Rasmussen instó a Libia a efectuar una transición pacífica y dijo que la OTAN seguirá vigilando los movimientos de las unidades militares y las instalaciones claves, tal y como ha hecho desde marzo pasado, y si ve una amenaza contra los libios, reaccionará acorde al mandato que le dio el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles