No los abandones

«La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, seguro, que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona».Partiendo de la base que comparto absolutamente esta frase del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, me apena ver que se acercan los meses de verano, y que una vez más muchas personas muestran su peor lado abandonando a sus mascotas, por no saber dónde dejarlas en vacaciones. En España se recoge, de media, un animal de compañía abandonado cada tres minutos y medio (según Fundación Affinity). Y la crisis acentúa la tendencia: hay que recortar gastos.Recuerdo que cuando mi hermana sufrió un accidente que la mantuvo varios días en el hospital, nuestro perro se negaba a abandonar su habitación y reclamaba subir a la cama por las noches hasta que ella volvió a casa. Historias de lealtad como ésta, tantas como historias de abandono. Aquella célebre frase de: «No lo abandones, él nunca lo haría», no debería tomarse sólo como un buen slogan publicitario. Es directamente una verdad que define la realidad entre mascotas y dueños, casi tan bien como la frase de Schopenhauer sobre animales y personas. La pregunta entonces es: ¿Puede que haya animales mejores que muchas personas? ¿Puede que haya personas más animales que muchos animales? La historia está más llena de ejemplos de perros fieles, que de personas fieles.