Barcelona

«Indignados» contra la JMJ

Los «indignados» del movimiento 15-M acampados en el Paseo del Prado fueron fieles a sus palabras y el pasado sábado actuaron por primera vez en contra de la visita de Benedicto XVI a España. Un grupo de unos quince simpatizantes increparon a una marcha que recorrió las calles del centro de Madrid con la cruz de la Jornada Mundial de la Juventud con gritos como «Abajo la Iglesia».

Unos 500 asistentes pasearon por Madrid con la cruz que Juan Pablo II regaló a los jóvenes
Unos 500 asistentes pasearon por Madrid con la cruz que Juan Pablo II regaló a los jóveneslarazon

El boicot a la JMJ viene de lejos. En las primeras asambleas celebradas en la Puerta del Sol, los «indignados» ya trataron este tema y se alzaron contra los gastos que, según ellos, supondría para las arcas públicas la llegada del Sumo Pontífice e incluso llegaron a planear una manifestación durante su estancia en la capital. Sin embargo, hasta el pasado sábado no habían llevado a la práctica ninguna de esas amenazas. En estos cuatro meses sólo se habían dedicado a hacer pintadas en contra de la Iglesia con lemas como «Arderéis como en el 36», pero el fin de semana las palabras dejaron paso a los hechos. Fue entonces cuando un pequeño grupo de afines al movimiento 15-M dirigió gestos obscenos y gritos antieclesiásticos a la cruz de la JMJ que recorría junto a 500 personas las calles de Madrid.

«Fue a la altura de Recoletos, donde se encuentran los acampados», relata Jonathan Gómez, uno de los participantes en la marcha. No obstante, quiso restarle importancia a los hechos, ya que «no hubo respuesta alguna» por parte de los asistentes que acompañaban a la cruz. La misma línea de tranquilidad es la que ha querido mantener Ángel Camino, padre agustino y coordinador de la JMJ para la Vicaría III, quien ha señalado que «la Iglesia es universal y, queramos o no, va a tener siempre detractores», al mismo tiempo que argumentaba que «es posible que nos increparan, pero también el mismo Jesús fue increpado cuando estaba crucificado».

Este pequeño incidente ha decretado el estado de alerta entre los cuerpos encargados de velar por la seguridad de los peregrinos de la JMJ, ya que del 15 al 21 de agosto España será un epicentro de información mundial y puede ser el momento propicio para que los «indignados» se hagan notar y tengan repercusión internacional. La delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, ha salido al paso de esta posible confrontación entre «indignados» y peregrinos y ha comentado que «las Fuerzas de Seguridad del Estado están adoptando las medidas oportunas para que no se produzca ningún problema de convivencia en caso de que ambos colectivos coincidan en las calles de la capital española».

Anticlerical

Esta actitud no es más que el reflejo de la ideología del movimiento «Toma la calle», entre cuyas reivindicaciones se encuentra la defensa de España como un Estado laico.
Internet, su principal eje de acción junto a las concentraciones ilegales en la vía pública, también ha sido testigo de su cruzada contra la visita del Papa. La página web que emitía la acampada de la Plaza de Cataluña en Barcelona ya incitaba a la violencia contra los asistentes a la JMJ. De este modo, se podían leer frases como «Pega esto en tu muro si quieres que cuando acampen las juventudes cristianas para ver al Papa las fundan a porrazos los antidisturbios». Redes sociales como Facebook también han sido víctimas de esta propaganda y se han creado páginas en las que animan a no comprar productos de empresas que lleven el logotipo de la JMJ.


Despliegue policial especial
Uno de los aspectos que más preocupa a la organización de la JMJ es la seguridad del millón y medio de peregrinos que visitará Madrid con motivo de la visita del Papa. Por ello, el Ministerio del Interior coordinará un dispositivo policial que movilizará a más de 10.000 agentes: 6.150 del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil y 4.000 policías municipales. Además, para los grandes eventos de esos días como la visita de Benedicto XVI a El Escorial se ha preparado un dispositivo especial de 1.000 miembros de Protección Civil.