Aeropuertos
Spanair abandona a su suerte a 23000 pasajeros
El gobierno ha abierto un expediente sancionador a Spanair por la abrupta cancelación de sus vuelos, que le podría suponer multas de hasta 9 millones, en medio de las quejas y desconcierto de los pasajeros.El fracaso de un proyecto nacionalista 22.733 pasajeros afectados este fin de semana Pasajeros indignados: «Te tienes que buscar tú la vida» JKK678, último vuelo desde el aeropuerto de Barcelona > Las aerolíneas de bajo coste ofrecen descuentos a los afectados> Mas: "El Govern ha hecho todo lo que ha podido y más"> Desconcierto y problemas para recolocar a los pasajeros
Barcelona– Casi 23.000 pasajeros abandonados a su suerte sólo este fin de semana, 647 vuelos cancelados entre ayer y mañana y más de 3.000 trabajadores sumidos en la incertidumbre total. Éste es el primer balance del estrepitoso final de Spanair. Por ello, la aerolínea catalana se enfrenta a una sanción que podría ascender hasta los nueve millones de euros por parte del Gobierno, que ha abierto un expediente sancionador ante el alud de reclamaciones de los afectados.
«El Ministerio de Fomento no cesará hasta que se asuma toda la responsabilidad de quien incumple las normas y de quien pisotea los derechos de los ciudadanos», señaló ayer con contundencia la ministra Ana Pastor. De momento, los servicios jurídicos del departamento consideran que Spanair podría haber incurrido en dos infracciones «muy graves» de la Ley de Seguridad Aérea al incumplir los artículos 37.3 y 3721 que obligan a, por un lado, asegurar la continuidad en la prestación del servicio y, por otro, a ejercer las actividades con respecto a los derechos de los pasajeros.
Mientras el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Manuel Soria, instaba a una «seria reflexión» sobre el papel de las administraciones públicas en proyectos privados, Pastor evitó con cautela y elegancia señalar al ejecutivo catalán como parte responsable del desastre.
La ministra destacó que la Generalitat de Cataluña está «arrimando el hombro en todo momento» ante una situación que ha heredado del anterior Gobierno, el tripartito. En los últimos tres años, Spanair recibió directamente de las arcas públicas catalanas hasta 150 millones.
Errores nacionalistas
De hecho, mientras la contención presupuestaria se imponía a todas las consejerías y los recortes se cernían sobre los servicios públicos, en 2011 se inyectaron «recursos nuevos en un proyecto cuando en todo el resto se reducía la aportación», reconoció Artur Mas, el presidente catalán. La Generalitat «ha hecho todo lo que ha podido y más», destacó Mas, pero la aerolínea iba camino de convertirse «en un pozo sin fondo» o, como señaló la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, «un proyecto poco realista para poder garantizar su estabilidad». «Es una lección a aprender por parte de todos», apuntó Sánchez-Camacho. Sin embargo, el presidente nacionalista aseguró que no desistirá en su empeño de posicionar al aeropuerto de El Prat como «hub» internacional porque «continúa siendo necesario posicionar Cataluña» en el resto del mundo.
Pastor, firme ante la crisis
La ministra de Fomento, Ana Pastor, al frente de la crisis desde el primer momento, aseguró ayer que no cesará hasta que «se asuma toda la responsabilidad de quien incumple las normas y pisotea los derechos de los ciudadanos». La ministra centró esta responsabilidad en los responsables directos de la compañía y exculpó a la Generalitat de Cataluña, que afrontó –según dijo– un problema heredado, cuya génesis no le corresponde. En este sentido, remarcó que la Administración catalana ha estado «arrimando el hombro en todo momento». Pastor mantuvo también contacto con representantes de los trabajadores de Spanair para comenzar a buscar salidas a su situación.Respecto a los afectados, Fomento anunció ayer que se suprimen las tasas aeroportuarias, de entre 8 y 10 euros, en las «tarifas de rescate».
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