Indra no reducirá este año su plantilla pese a la crisis

MADRID- Cuidar el empleo será una de las prioridades de Indra para este ejercicio. La compañía tecnológica, como explicó ayer su presidente, Javier Monzón, en su junta de accionistas, no es ajena a la difícil coyuntura que atraviesa el mundo en general y España en particular. Sin embargo, como detalló su consejero delegado, Javier de Andrés, uno de los objetivos de este año será «mantener el empleo en España» a pesar de los embates de la crisis.

Indra tiene en este momento en España una plantilla de 22.000 trabajadores tras haberla incrementado en 1.200 en los dos últimos ejercicios. La compañía ha seguido una política salarial de subidas individualizadas para mantener los sueldos en la banda alta del sector. Como explicó De Andrés, el tecnológico es un sector en el que resulta fundamental retener el talento y eso sólo se consigue en buena parte con una buena política retributiva.

Si Indra puede defender este filosofía salarial es porque, según Monzón, en este momento tiene suficiente capacidad financiera. Gracias a ello, «podemos desarrollar no sólo la política de adquisiciones y financiar el balance sino también mantener una retribución atractiva para el accionista». Como estaba previsto, la junta aprobó un dividendo de 0,68 euros por acción tras destinar el 62% de su beneficio «pay-out» a tal fin, retribución similar a la que entregó el pasado ejercicio. Monzón cree que el año próximo podrán estar en niveles similares porque, a pesar de la difícil situación en España, el negocio exterior, que ya representa más de la mitad de la facturación de la compañía, le permitirá seguir creciendo y siendo rentable. La empresa está presente en los cinco continentes y participa en proyectos tan importantes como la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca.