Bruselas
El estatus de Bruselas: otro escollo de la carrera de obstáculos
Aunque la mayoría los analistas coinciden en las reformas que Bélgica necesita, más complicado resulta encontrar solución al estatus de Bruselas. La capital belga es una región independiente, con el 85% de su población francófona, aunque se encuentra en territorio flamenco.
Las comunas con un importante número de francófonos, agrupadas en la circunscripción Halle-Vilvoorde, cuentan con un estatus especial, declarado inconstitucional, con derecho a poder votar a candidatos francófonos o acudir a la Justicia en francés. El problema de Bruselas fue la piedra que se llevó por delante el último Gobierno, y su condición es tan problemática que ni el ex primer ministro belga Herman Van Rompuy, ahora presidente de los presidentes europeos, se atrevió a meter la mano. Aunque Van Rompuy ha demostrado su habilidad entre bambalinas para tejer consensos entre los 27, o los egos de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, fue incapaz de resolver los históricos problemas de los vecinos de la capital. Sede también de las instituciones de la UE, Europa ya ha advertido a flamencos y valones que, ante una eventual división del país, tendrán que pelear de nuevo por entrar en la Unión.
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