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ANÁLISIS: Escepticismo y esperanza por Ariel Ávila

La Razón
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l ¿En los últimos años las FARC han hecho anuncios así de enfáticos? ¿Se trata del verdadero inicio de la paz?
–El anuncio que publicaron o que mejor dicho colgaron anoche en su página web www.farc-ep contiene tres componentes importantes. El primero es el humanitario, el segundo es la negociación y el tercero es que esta liberación es la prueba que había estado pidiendo el Gobierno colombiano durante años para iniciar la paz. Esa es la importancia que el comunicado tiene ahora. Esta vez las FARC sí parecen avanzar hacia el proceso de paz ya que antes se han hecho anuncios de liberaciones pero no han llegado a nada concreto. Entre 11 ó 13 en los últimos 10 años. En Colombia se ha especulado mucho sobre la paz pero hay que tener en cuenta algunos factores. Uno es que la sociedad colombiana cree que negociar es igual a debilidad.
Entonces hacer una negociación trae un costo electoral y político muy alto. Por eso, si el actual presidente Juan Manuel Santos ha hecho algunos acercamientos los hace con mucho cuidado. Además de eso hay sectores de la sociedad, empresariales y de las élites políticas, que no quieren negociaciones. Tampoco desde ciertos puestos militares. Las FARC saben que éste es el momento de acelerar cualquier acercamiento con el Gobierno y aunque aún soy pesimista hay que tener claro que lo más importante de este anuncio es el tema de paz.

l ¿El secuestro no era la forma de financiarse? ¿Cómo se van a mantener ahora?
–Las FARC históricamente han utilizado el secuestro como forma de financiarse pero eso empezó a caer mucho porque ya no pueden operar en zonas urbanas muy grandes y además porque era muy costoso políticamente. Las liberaciones que anuncian ahora son de militares, secuestrados políticos. Por ellos no piden rescates. No les afecta económicamente. Porque tienen todavía aproximadamente unas cien personas en cautiverio por las que piden dinero mensualmente y entre sus otras fuentes de financiación están el narcotráfico, que es como el 30%. Luego tienen la extorsión. Van donde un ganadero y lo obligan a pagar una cuota mensual. Eso es otro 30%. Más la minería ilegal y otros tipos de servicios que prestan.

l ¿Cómo reacciona la sociedad civil frente a este anuncio?
–Por parte de los colombianos hay una insensibilidad total. El proceso de violencia de los últimos años y sobre todo la guerra entre 1995 y 2005 ha dejado a todos insensibles frente al secuestro. Muchos sectores sociales decían no aceptar negociaciones precisamente por esta práctica de retener personas. Pero ahora hay que esperar. Una cosa es el anuncio y otra la verdadera liberación. No hay plazos pero se estima que empezarán el proceso en unos tres meses.

l ¿Cuál ha sido el mensaje desde el Gobierno?
–El Gobierno únicamente ha dicho que ellos están dispuestos a prestar toda la ayuda para liberar a los secuestrados pero sin shows mediáticos. La discusión aquí es lo que llaman los protocolos para la intervención. Las FARC siempre piden que durante unas horas la fuerza pública no se mueva, que los helicópteros que lleguen sean brasileros o argentinos. Y Colombia suele decir que no. Las FARC desconfían. Entonces para que esto no se frustre intervienen la Cruz Roja Internacional y otras organizaciones nacionales. Por eso digo que va a demorar unos tres meses o quizás un poco más. Es bastante complejo. 

 

Ariel Ávila
Analista de Nuevo Arco Iris, en Bogotá