Berlín
«La mejor solución para la crisis libia deben encontrarla los propios libios»
«Por primera vez en veinte años, Ucrania se mueve hacia estándares europeos»
MADRID- Antes de hacerse cargo de la diplomacia ucraniana, Konstantin Grishchenko fue embajador de su país en Washington, Moscú y Bruselas. El ministro concendió una entrevista a LA RAZÓN durante la visita que realizó esta semana a España.
–¿Qué opina de la Asociación Oriental puesta en marcha por la Unión Europea?
–Creemos que no es un sustituto de las relaciones bilaterales. Tenemos otros muchos instrumentos. Es, sin embargo, el instrumento más eficaz para alcanzar logros en la política de vecindad. Debemos poner el énfasis en las comunicaciones y en los proyectos de infraestructuras. Le falta suficientes fondos para alcanzar logros significativos. Esperamos que el próximo Presupuesto de la UE prevea fondos razonables.
–¿Cómo se prepara Ucrania para su integración europea?
–El presidente Yanukovich creó un Comité de Reformas asesorado por expertos internacionales que ha formulado siete programas de reformas, a las que se sumarán otras 14 este año. Entre ellas están la de la administración, los impuestos, las pensiones o la regulación del mercado del gas. Tiene un papel destacado también la lucha contra la corrupción, el mayor obstáculo para tener reglas claras para proteger la vida y los negocios. Muchas medidas son complejas porque hay gente que usa su posición en interés propio. Por eso, necesitamos más tiempo y resultados para que la gente las aprecie. Tenemos que trabajar para que el sistema sea más eficaz, lo que nos acercará a los estándares europeos. Por primera vez en veinte años de independencia, Ucrania empieza a moverse hacia estándares europeos.
_¿Es posible tener buenas relaciones con Moscú y Bruselas al mismo tiempo?
–No es una contradicción. Tenemos las mejores relaciones que podemos tener con Berlín y Moscú o Madrid y Moscú. Para nosotros es más importante tener sinergias con Rusia que con cualquier otro país porque tenemos importantes lazos sociales y económicos. Estas relaciones se han tenido que desarrollar desde el punto de partida en el que las dejó el anterior Gobierno, que practicó una política antirrusa. Nuestras relaciones deben basarse en el respeto y el diálogo para que se beneficien ambas partes. No hay ninguna contradicción entre la integración europea y las buenas relaciones con Rusia.
–¿Ve algún punto en común entre las revueltas árabes y la Revolución Naranja de 2004?
–No son situaciones comparables porque en esa época Ucrania gozaba de Prensa crítica y elecciones. Nunca se utilizó la fuerza contra los manifestantes y el descontento, como se demostró con la contestación de los resultados electorales, podía expresarse.
–¿Ucrania apoyaría una intervención militar en Libia?
–La mejor solución deberían econtrarla los propios libios. La solución pacífica de esta crisis vendrá de los libios.
–¿Ucrania sigue interesada en ingresar en la OTAN?
–Ha sido un eterno debate de nuestra política exterior durante los últimos 20 años. Bajo los diferentes Gobiernos hubo un esfuerzo por aumentar el respaldo a esa idea, que nunca ha superado el 30%. Un país democrático no puede integrarse en una organización que la mayoría no ve como un valor ideal para su seguridad. En este sentido, el Parlamento ha adoptado una resolución en la que Ucrania se declara un país ajeno a los bloques, lo que significa que no nos sumaremos a ninguna alianza militar.
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