Barcelona

Montilla: «Dos mandatos es un periodo razonable»

«Hace bastante tiempo que lo tenía decidido. Pido cuatro, sólo cuatro años más, con un gobierno sólido, más compacto y reducido para afrontar los problemas del país»

 
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– Ayer anunció que se presenta por última vez a las elecciones. ¿Por qué este anuncio ahora en el ecuador de la campaña electoral?
– Porque conviene que los ciudadanos lo conozcan. Cuatro, sólo cuatro años más, con un Gobierno sólido, más compacto y reducido para afrontar los problemas del país, especialmente el paro y la crisis.

– ¿Desde cuándo tenía tomada esta decisión? ¿No teme que le acusen de realizar este anuncio como un último intento para remontar?
– De hecho, desde hace bastante tiempo. Incluso en alguna entrevista lo había apuntado, diciendo que dos mandatos era un periodo razonable. En campaña, diga lo que diga, mis adversarios me criticarán. No les gusta que hable claro.

– ¿Se siente satisfecho de su campaña?
– Se ha empezado a notar un cambio en lo referente a nuestras expectativas. Algo se mueve, nuestras expectativas van al alza y las de nuestros adversarios van con tendencia a la baja, aunque hace un mes ya daban las elecciones por ganadas. Esto deja en evidencia que hay partido y que la gente, al fin y al cabo, todavía no ha votado.

– ¿El cambio de expectativas del PSC llega demasiado tarde?
– Lo importante es que se consoliden los cambios de tendencia de aquí al día 28. Hoy, todos tenemos los mismos votos, es decir, ninguno.

– Y si los augurios de las encuestas se cumplen y CiU gana, ¿cuáles son sus planes?
– Bueno, pongamos que es al revés. Que el que pierde es CiU. Yo hago la campaña con un objetivo, que es ganar las elecciones. Lo que haré después del día 28 dependerá de lo que digan los ciudadanos, obviamente. Lo que está claro es que seguiré al servicio de este país y también de mi partido, sin ningún género de dudas.

– En esta campaña, ha irrumpido el «caso Palau» y la presunta financiación irregular de Convergència. ¿Qué incidencia puede tener?
– Es un hecho que está presente en campaña porque hay unos procedimientos judiciales en marcha, con sus trámites y sus tiempos. Está presente, aunque Artur Mas está ausente porque no ha respondido al requerimiento de dar explicaciones y lo que ha hecho es acusar a la Fiscalía de entrar en campaña. Yo me creo su palabra si él dice que CiU no se ha financiado irregularmente con aportaciones de Ferrovial mediante el Palau de la Música, pero tendría que comprometerse a hacer algo si la Justicia dice lo contrario.

– CiU culpa al PSC de usar la Generalitat para instrumentalizar al Consorcio del Palau de la Música para pedir la imputación de dos cargos convergentes en plena campaña...
– El calendario no lo hemos decidido nosotros. No lo podíamos hacer hace un mes porque no nos habían requerido ni dentro de diez días porque estaríamos fuera de plazo.

– ¿Le ha resultado ofensivo a usted, nacido en Iznájar (Córdoba), que Puigcercós diga que «en Andalucía no paga impuestos ni Dios»?
– Sí, porque este tipo de cosas no ayudan. No se puede recurrir a tópicos ni a estereotipos. Gente que defrauda, desgraciadamente, hay en todos los países y, por eso, hay inspectores fiscales. Este tópico lo que hace es generar mal ambiente, hacer que se nos tenga más antipatía. Afirmaciones como éstas no nos hacen ningún bien a los catalanes.

– ¿Teme que estas declaraciones le pasen factura al PSC después de siete años como aliado de ERC?
– No, creo que perjudican a Cataluña. Y, bien, yo he repetido por activa y por pasiva que nosotros teníamos un contrato de cuatro años con ERC que no vamos a prorrogar porque las propuestas de futuro son muy diferentes. Hace cuatro años era posible ponerse de acuerdo porque había que desarrollar el Estatuto, conseguir una mejor financiación, conseguir que el Estado invirtiera en más infraestructuras en Cataluña… Eso nos unía, pero ahora, no podemos coincidir de ninguna de las maneras con aquellos que apuestan por el referéndum y por la independencia.

– ¿Se arrepiente de algo de estos años de tripartito?
– No, no hay que arrepentirse de nada, pero otra cosa es que no todo lo hemos hecho bien. La acción global de este Gobierno es satisfactoria, incluso teniendo en cuenta que tres de los cuatro años de este Gobierno se han desarrollado en un contexto de crisis y, a pesar de esta crisis y de la caída de los ingresos, hemos desarrollado el Estado del Bienestar mejorando la salud, la educación y los servicios sociales. Otra cosa es que, sin ningún género de dudas, nos hemos explicado mal, mal en Cataluña y en el resto de España. Si se tiene una percepción equivocada de nosotros seguro que es porque los adversarios se encargan de trasladar una Cataluña que no existe, pero también nosotros tendríamos que haber hecho más esfuerzos para que se conozca la Cataluña real.

– ¿Y de qué se siente más orgulloso de estos cuatro años de gobierno?
– De que, a pesar de tener tres años de crisis, la cohesión social de este país se ha mantenido, gracias a las políticas que este Gobierno ha desarrollado de protección social y de fortalecimiento y esfuerzo en los servicios públicos. En salud, en educación, en servicios sociales, en políticas de vivienda y en muchas otras cosas.

– Usted siempre ha acompañado su acción de gobierno del lema «Hechos, no palabras». ¿Le ha faltado relato a su Ejecutivo?
– Bueno, creo que los hechos son incuestionables. El país tiene más infraestructuras, tiene mejores equipamientos, tenemos más protección, tenemos más autogobierno y tenemos mejor financiación. Ahora bien, seguramente ponerles hilo conductor a todos estos logros en plena crisis comporta sus dificultades.

– La oposición remarca que hay más de medio millón de parados en Cataluña y que la caja de la Generalitat se queda «vacía». ¿Qué opina?
– Si el paro fuera una cosa que afectara sólo a Cataluña, difícilmente podríamos decir que no es responsabilidad nuestra. Pero el paro ha crecido también en otras comunidades, en las gobernadas por el PSOE y por el PP. En Valencia, por ejemplo, ha crecido más y ¿eso es culpa en exclusiva del Gobierno de la Comunidad Valenciana? Pues creo que no. A la señora Sánchez-Camacho podríamos preguntarle si el paro en Valencia, donde gobierna Camps, es culpa de los marcianos. Son acusaciones sin fundamento.

– ¿Y respecto a las finanzas de la Generalitat y la «caja vacía»?
– Tiene gracia. ¿Es que los gobiernos de CiU la dejaron llena? ¡Si había déficit! Ellos dejaron la caja vacía y los cajones llenos de facturas por pagar, y eso en un contexto en que la economía crecía y en el que no todos los gobiernos tenían déficit.

– En todos sus mítines alerta del peligro de abstención. ¿A qué lo atribuye?
– A diversos factores, pero la principal razón es la crisis económica. A la gente que está sin empleo o que tiene alguien de la familia sin empleo lo que más le preocupa no son las elecciones, son sus problemas. Es normal que haya mucha gente así, sobre todo porque puede haber la percepción de que desde la política no se acaba de dar solución a estos problemas. Eso también es porque la política, no la catalana, sino la de todos los países, tiene dificultades para dar soluciones a esta crisis global.

– Insiste en un doble cara a cara con Mas, uno en castellano y otro en catalán, pero no hay manera. ¿Cree que Mas no los acepta porque se ve ganador?
– Seguramente lo que busca es no arriesgar, pero bueno, igual se encuentra con sorpresas. En estas elecciones, las posibilidades reales para presidir son dos y yo pedía que hubiera un contraste respecto a las propuestas y los programas. Eso hubiera sido bueno para la participación.

– ¿Cree que estos comicios catalanes se pueden interpretar como unas primarias de las elecciones generales?
– En absoluto.

– ¿No son un termómetro para saber tendencias para ver quién puede subir y quién puede bajar?
– Las elecciones se han de leer en la clave para lo que se convocan y lo que se celebran. A veces, hemos visto en periodo de pocos meses que se convocan elecciones diferentes y tienen resultados distintos. La gente sabe lo que vota.

– ¿Sigue manteniendo que se puede seguir desarrollando la parte recortada por el Constitucional del Estatut con la complicidad del Gobierno?
– Creo que sí. De hecho, me consta que la Administración Central está trabajando, lo que ocurre es que hay propuestas que, seguramente, presentadas en campaña hubieran sido tildadas de electoralistas, y a ellos y a nosotros lo que más nos interesa es que esto se pueda hacer y llegue a buen puerto. Se puede recuperar una parte importante de algunos de los títulos afectados por la sentencia mediante la modificación de leyes orgánicas.


Una estrategia contra la derrota
El anuncio del presidente de la Generalitat de que es la última vez que opta a la reelección sacudió la campaña catalana y mostró que, pese a los reproches y ataques propios de estos días, sus socios de ERC e ICV no dan tan por muerto el tripartito como pretenden hacer ver sus integrantes en los mensajes electorales. Tanto Joan Herrera como Joan Puigcercós «entendieron» el anuncio de Montilla. No obstante, la candidata del PP, Alicia Sánchez-Camacho, consideró que se trata de una evidencia de «la debilidad del PSC» que, además, «anticipa el resultado electoral», ya que no se podrá reeditar el tripartito. Para Artur Mas, el anuncio de Montilla es una «estrategia» para ganar votos y poder reeditar su pacto de izquierdas. En cualquier caso, el anuncio del primer secretario del PSC comenzó a interpretarse en clave sucesoria. La número dos por Barcelona, Montserrat Tura, no descartó postularse para ser la sucesora. «Quizas me presente, pero quién sabe que pasará de aquí a 2014», señaló.