Cataluña

Encrucijada por César Alcalá

Mas, ayer, antes de firmar un convenio de colaboración con las diputaciones para crear el «embrión» de la Hacienda propia
Mas, ayer, antes de firmar un convenio de colaboración con las diputaciones para crear el «embrión» de la Hacienda propialarazon

Después de la euforia llega el tiempo de la reflexión. Atrás ha quedado la manifestación del 11 de septiembre. Un acto que algunos sectores de Convergència les ha cabreado porque no consiguieron movilizar a la gente que necesitaban. Fuentes internas sitúan en 700.000 los participantes. A pesar del número, eso no es suficiente para llevar a cabo sus propósitos soberanistas.

A pesar de todo, el que menos ha salido reforzado es el president Artur Mas. La situación lo ha puesto entre la espada y la pared. Una convocatoria electoral avanzada no le daría la anhelada mayoría absoluta. Muchos de los que no votaron PSC o PP ahora lo harían porque no están a favor de la independencia. Mas está en una encrucijada. De convocar elecciones y postularse como líder del independentismo, perderían fuerza el SI y ERC, pero se reforzarían PSC, PP y C's. Esto a CiU no le interesa. El punto de inflexión se decide hoy en Madrid. La reunión entre Rajoy y Mas es clave no sólo para el futuro de quimeras, sino para Mas.

El problema de fondo es la crisis económica. Se ha vendido la idea que de haber un pacto fiscal las cosas irían mejor en Cataluña. Se ha repetido tantas veces que ha calado en la opinión pública.
Ha llegado el momento de la verdad. Ni el pacto fiscal ayudará a la crisis económica catalana, ni la independencia es la solución. Se debe poner punto y final al engaño y decir las cosas por su nombre. Como decía Eduardo Tarragona: «Al pa, pa y al vi, vi».