Italia

Goles y toque

La Razón
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MADRID- España salió convencida de que los argumentos para ganar a Italia iban a ser los de siempre. No había que cambiar nada y desde el primer minuto la Selección, con las ideas muy claras, comenzó a jugar, a tocar, a buscar apoyos y a moverse con mayor velocidad que en partidos anteriores. Y aunque Italia amagó al principio, poco a poco bajó la guardia y se rindió ante el poderío español. El centro del campo leyó muy bien el choque, la defensa siguió en su línea de efectividad de siempre y, además, las prestaciones de Xavi fueron mayores que en las anteriores citas. Y eso permitió que hubiera mayor velocidad y precisión al atacar. Cada jugador español parecía tener un tiralíneas para trazar pases y jugadas de calidad. Prandelli no encontraba el antídoto y con los goles, la Selección manejó el choque a su antojo. Y es que con la posesión de balón, la velocidad y la precisión con la que actuán los jugones no hay rival que pueda frenarlos. La final fue el ejemplo, el colofón y el recordar a los que dudan del sistema que con estos futbolistas no hay otra forma para jugar, para doblegar rivales y para marcarse partidos como el de ayer, el mejor de la Eurocopa ante un enemigo que trató de dar la cara, pero que sucumbió ante el juego español.
 

LA CLAVE
El gol de Jordi Alba

España mandaba, había marcado muy pronto, pero no lograba marcar el segundo e Italia, sin mucho juego, seguía viva. Sin embargo, en el minuto 41 Jordi Alba batía a Buffon, tras un perfecto pase de Xavi y la Selección se iba al descanso con dos goles de ventaja y la Eurocopa prácticamente en el bolsillo. Dentro del sobresaliente general del equipo, de la gran actuación de todos, el segundo tanto fue definitivo. Con esa diferencia, los de Del Bosque jugaron a placer y redondearon una goleada que pasará a la historia. Lo mismo que Jordi Alba, todo un hallazgo como futbolista.

 

LOS ENTRENADORES
Del Bosque, un diez en el planteamiento

Al seleccionador español todo le salió perfecto. No hubo cambios, se jugó con un «9» falso y los jugadores no le defraudaron. Respondieron a las órdenes, se juntaron y desde un centro del campo excepcional fraguaron el triunfo. Mérito del salmantino que siempre ha comentado que el sistema no se negocia. Y ayer le dieron la razón. Xavi mejoró en su juego y a partir de aquí todo fue más sencillo. Además, mandó a Busquets y a Xabi a tapar a Pirlo y logró desconectar a Italia. Con un sistema basado en la pelota y en el toque, logra la gloria.

Prandelli falló en los cambios y fracasó
El técnico italiano apuesta por el buen fútbol, es amante de llegar al área contraria con el balón jugado desde atrás y con pases medidos. Sin embargo, el primer gol de Silva trastocó sus planes y su idea fracasó. Le fallaron, además, algunos jugadores claves y, cuando quiso arreglarlo, empeoró la situación. La entrada de Motta, lesionado después, fue un chasco ya que no aportó nada. Se encontró con la lesión de Chiellini y buscó el juego largo para intentar ganar la espalda a la defensa española con Di Natale y Balotelli. Tampoco lo consiguió en un día aciago.