Interior

Cuatro chinos detenidos por sus talleres clandestinos

Agentes de Policía Nacional y Policía Municipal de Madrid han detenido a cuatro ciudadanos chinos a los que se acusa de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores por emplear mano de obra ilegal en sendos talleres de confección, ubicados en el distrito de Usera, uno de los cuales carecía de licencia

La Razón
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A lo largo del fin de semana los agentes municipales, que han trabajado en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, han «ultimado las diligencias» para poner a disposición judicial a los cuatro detenidos, según Ep. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha explicado que la operación comenzó hace varias semanas cuando los agentes tuvieron conocimiento de la ubicación de cuatro talleres textiles de confección ilegales en el madrileño distrito de Usera. Tras diversas gestiones, los investigadores pudieron constatar que todos ellos eran regentados por ciudadanos chinos y que la mayoría de los trabajadores eran también personas de nacionalidad china en situación irregular.

Por todo ello, y de forma coordinada y conjunta entre ambos cuerpos policiales, se estableció el correspondiente dispositivo de vigilancia en cada local. Los agentes pudieron constatar y verificar la información recibida por lo que, días después y con la preceptiva autorización judicial, se practicaron simultáneamente entradas y registros en cada uno de los talleres ilegales. La operación culminó el pasado día 9, cuando los agentes intervinieron en cuatro locales ubicados en las calles Pilarica, Nicolás Sánchez y Luis Usera, todos ellos regentados por ciudadanos orientales, en los que se empleaba a trabajadores también de origen oriental que carecían de permiso de residencia o contrato laboral. Además, el local situado en la calle de Luis Usera tampoco presentaba licencia para el ejercicio de taller de confección. Según las investigaciones llevadas a cabo por la policía, y por las características y número de las máquinas encontradas en los cuatro locales clandestinos, que eran un total de 90; el número de trabajadores, que llegaban a las 38 personas, y el número de horas que podrían estar trabajando, entre 10 y 14, los talleres de Usera estaban preparados para sacar al comercio más de medio millar de prendas cada día.