Actualidad
«La inmensa mayoría de los políticos somos honrados»
El presidente del Senado, Pío García Escudero, ha sido el encargado de inaugurar el nuevo escenario de debate de LA RAZÓN. Bajo el epígrafe de «España es nuestra Razón», el presidente de la Cámara Alta dio a los presentes una lección de sensatez, prudencia y coherencia política.
Pese a que el eje de su intervención era la reforma que la institución que preside ha puesto en marcha, este avezado político no vaciló en responder a todas las preguntas que se le realizaron, ya fuera sobre la huelga general del próximo 29, la reforma laboral, el papel de la monarquía, los nacionalismos o el terrorismo. Sin embargo, su primer trámite ante los periodistas pasó por aclarar el papel del Senado hoy en día.
EL SENADO
«Los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen»
–¿Conseguiremos ver al Senado como una cámara territorial pura y dura?
–El problema de origen es que el Senado en la Constitución es un ente muy poco definido, que hace control de presupuestos, de gobierno y legislativo. Hay cosas que no son buenas. Por ejemplo, en el veto a los presupuestos, no entiendo que se veten en el Senado y al cabo de unos días ese veto se levante en el Congreso con una mayoría simple, cuando en el Senado se necesita una mayoría absoluta. Entre los años 97 y 98 hubo un intento de reforma muy importante, durante el Gobierno de Aznar. Primero, respecto a las funciones, buscando un equilibrio, y después buscando que el Senado tuviera la iniciativa y la decisión final sobre proyectos de ley que afectaran a las CC AA o procedieran de éstas. En el sistema de elección de los senadores hubo muchas dificultades. Y hubo un tercer apartado, los hechos diferenciales, donde los nacionalistas pretendían que hubiera parlamentarios de primera y se segunda. Ahí se rompió todo.
Esta reforma creo que es inteligente porque es progresiva, sólo plantea el estudio de las funciones. Vamos a necesitar de la generosidad del Congreso por lo que les puede afectar a ellos, pero no creo que haya mayores dificultades.
–¿En esta reforma entra la retirada de las lenguas cooficiales?
– Es falso, tal y como se explicó por parte de los nacionalistas, que el vasco, el catalán y el gallego sean lenguas cooficiales, porque son cooficiales únicamente en su comunidad. Es totalmente lícito que en sus parlamentos se hable en sus lenguas, pero en el Senado de España somos senadores nacionales. Depositarios de la soberanía de todos los españoles. Y los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen. No tiene sentido que un senador catalán debata con otro en gallego en el Pleno, y luego hablen en castellano mientras se toman un café.
Volver atrás exigiría un cambio de Reglamento, y yo no puedo hacer nada. La iniciativa tiene que venir de los grupos parlamentarios. También se podría ir por otra vía. Teniendo en cuenta la crisis económica y las políticas de austeridad, pues, probablemente, si hubiese un esfuerzo de buena voluntad de todos los grupos de decir: «hasta que pase la crisis vamos a dejar de hablar en nuestras lenguas, nos ahorramos el coste de traductores y, cuando pase la crisis económica, ya veremos».
–¿Qué opina acerca del tópico de que quien no llega a diputado acaba de senador?
–Yo llevo 15 años en el Senado. Y hay gente muy joven que empieza su carrera nacional en la Cámara Alta y de ahí pasan al Congreso. También hay gente muy mayor que se ha mantenido allí. Pero la representación en el Senado está muy compensada y no comparto su imagen de lugar de retiro o fin de la carrera política. A mí me han pedido que me pasara al Congreso y no he querido.
–¿Se le puede poner fecha a la reforma del Senado?
–Me gustaría que fuese en esta legislatura, aunque no quiero poner plazos. Lo importante es que cada paso que se diera hacia delante fuera un paso consolidado, no un paso atrás. No es tanto una cuestión de plazos como una cuestión de eficacia y realismo.
ECONOMÍA
«El Gobierno reducirá las subvenciones a sindicatos, partidos y empresarios»
–¿La inyección económica a comunidades y ayuntamientos para que paguen a proveedores no supone de alguna forma premiar al mal gestor?
–Al mal gestor lo castigan los electores, lo hemos visto en las últimas elecciones. Los que no son culpables de esa mala gestión son los proveedores o los que tienen deudas con consistorios o comunidades. Además, se van a salvar muchas empresas que ahora mismo lo están pasando mal porque no tienen liquidez, salvando esas deudas salvaremos puestos de trabajo y así se volverá a dinamizar una economía que está paralizada.
–¿Cuál ha de ser, por su parte, la postura de las autonomías?
–Deben aplicar la racionalidad a las administraciones. Hemos vivido unos años de alegría económica en los que se ha creado un planetario de empresas públicas e instituciones que han multiplicado hasta la exageración el sector público, y lo que hay que hacer es evitar duplicidades entre ayuntamientos y comunidades.
-¿El Senado se ha apretado también el cinturón?
–Sí. Hemos tomado muchas medidas: rebaja de los sueldos, eliminación de los planes de pensiones, ahorro en viajes, la eliminación de los gastos de representación... Durante los tres últimos meses hemos disminuido los Presupuestos en un 12,8 por ciento. Nuestros sueldos son los más bajos de Europa, así como el costo del funcionamiento de las cámaras.
En mi parcela, por ejemplo, cuento con un gabinete reducidísimo. Hemos hecho una reducción de un diez por ciento respecto del anterior presidente.
–Y ya que hablamos de racionalización. ¿Es partidario de aplicarla sobre las subvenciones de los sindicatos?
–El Gobierno ya ha manifestado su compromiso de reducir las subvenciones no sólo a los sindicatos. A los sindicatos, a los partidos políticos y a los empresarios. Incluso se ha hablado de un porcentaje sustancial. Vamos a esperar a la presentación de Presupuestos, pero yo estoy convencido de que eso sí se va a hacer. Además, creo que es necesario. Tenemos que dar ejemplo todos.
HUELGA 29-M
«La única voz de la calle elegida es la de los diputados y los senadores»
–Es partidario de que el Gobierno realice algún tipo de gesto a los sindicatos para desconvocar la huelga?
–Es que yo no sé qué tipo de gesto tiene que hacer el Gobierno para con los sindicatos. La huelga del 29 se convoca porque se están aplicando unas medidas de reforma laboral que iban en el programa electoral que han sido sancionadas, aprobadas y, además, pedidas por una inmensa mayoría de españoles en las urnas. Esa huelga, tal y como se ha planteado, es una enmienda a la totalidad del resultado electoral.
La reforma laboral está ahora mismo en tramitación parlamentaria. Los auténticos representantes de los españoles son los que tienen que introducir mejoras o cambios en ese trámite parlamentario. Ahora se habla mucho de la voz de la calle. Muchos movimientos se erigen en la voz de la calle y la única voz de la calle que hay sancionada, tasada y elegida somos los diputados y los senadores porque nos han elegido para eso, para representar su voz.
PATRIOTISMO
«En tiempos de dificultades, éstas se superan si todos arrimamos el hombro»
–Hace unos días, en Cádiz, se habló de patriotismo. ¿Qué puede enseñarnos hoy en día?
–Los constituyentes de Cádiz, en un momento de vacío de poder, hicieron una Constitución avanzadísima, que cambia absolutamente todo. Se abandona la monarquía absolutista, se crea la monarquía parlamentaria, se promulga la separación de poderes y se establecen una serie de derechos y libertades que eran absolutamente innovadores. En tiempos de dificultades, éstas se superan si nos ponemos de acuerdo y arrimamos el hombro para salir adelante. Éste es el ejemplo de patriotismo que debemos sacar del Cádiz de 1812.
NACIONALISMO
«Cataluña es una parte fundamental de España, pero deciden todos los españoles»
–La posible consulta del presidente de la Generalitat, Artur Mas, sobre el pacto fiscal, la sentencia del TSJ de Cataluña sobre el castellano o el apoyo de la Generalitat a los ayuntamientos que quieran quitar la bandera de España... ¿es una ofensiva nacionalista o una estrategia política?
––En primer lugar, las leyes están para cumplirlas y hay una sentencia clara del Constitucional sobre el castellano que se debe cumplir. Luego están los juegos o amenazas de los partidos nacionalistas. Cuando nos oponíamos a la reforma del Estatuto, el PSOE acusó al PP de decir: «se rompe España». Pero nunca lo dijimos.
Cataluña es una parte fundamental de España, pero deciden todos los españoles. Y aquí se produce una contradicción. Artur Mas amenaza con una consulta sobre la independencia, dice que buscará el pacto fiscal y la igualdad de trato respecto a las comunidades forales como Navarra o el País Vasco, pero en las encuestas sobre la posible independencia de Cataluña el número de catalanes que son partidarios de ésta ha bajado, lo que demuestra cierto alejamiento de la Generalitat respecto de estas cuestiones. No deja de ser un modo de presión política.
España no se rompe porque los españoles no quieren y cualquier cuestión importante en Cataluña no la decide la Generalitat o los catalanes sólo sino todos los españoles. Y hoy por hoy los españoles lo tienen muy claro.
Y desde luego lo que tenemos que hacer es procurar vertebrar mejor España. Hay que mirar al futuro, sentirnos más españoles, más europeos, siendo catalanes o canarios o gallegos, pero más españoles y más europeos.
CLASE POLÍTICA
«Rodríguez Zapatero llegó a ser presidente con una carencia de experiencia»
–¿Cualquiera puede ser político?
–Sí y no. Es necesario un proceso de evolución política. Me llama la atención que Zapatero llegara a ser presidente del Gobierno sin haber tenido ningún puesto de responsabilidad de gestión. No había sido concejal ni consejero en una comunidad autónoma ni ministro y llega a ser presidente de Gobierno. Hay una carencia de experiencia.
Pongamos el ejemplo de Rajoy. Ha sido concejal, presidente de una diputación, vicepresidente de una comunidad autónoma, ministro varias veces y vicepresidente del Gobierno. Hay experiencia de gestión y conocimiento de las administraciones. Tendrá más garantías a la hora de ofrecer calidad en su trabajo que Zapatero, que no tiene experiencia.
–Los últimos datos del CIS reflejan gran desconfianza hacia los políticos. ¿Qué tienen que hacer para reconciliarse con el ciudadano, más allá del plano económico?
–La gente busca un culpable y mira hacia la clase dirigente. En parte tienen razón; no tendríamos este paro si los anteriores políticos hubiesen abordado las medidas necesarias en vez de negar la crisis durante tanto tiempo. Nosotros hemos hecho un tremendo esfuerzo de transparencia haciendo públicos el registro de ingresos, de bienes, de actividades... Hay que acercarse a los ciudadanos. No es sólo lo que se ve en los Plenos.
–¿No cree que el cuerpo legislativo debería ir más allá y reformar las leyes para evitar tantos casos de corrupción?
–La inmensa mayoría de los políticos somos honrados, pero se ven casos de corrupción muy llamativos que lo tapan todo. Un hecho injusto para ese alto porcentaje de políticos. Además, el Gobierno, en este Consejo de Ministros o en el siguiente, va a presentar una Ley de Transparencia que obligará a todas las administraciones a hacer público no sólo su presupuesto, sino también su ejecución.
LA OPOSICIÓN
«Al PSOE le voy a dar el margen que no se le ha dado al Gobierno de Mariano Rajoy»
–¿Cree que el PSOE está a la altura y que está llevando a cabo la oposición útil que anunció?
––Al PSOE le quiero dar un margen que no se le ha dado al Gobierno del PP. Es decir, el PSOE desde el momento de su derrota en las elecciones generales tuvo que recomponerse internamente a través de un Congreso. Está inmerso, al igual que nosotros, en unas elecciones importantísimas y, realmente, empezaremos a ver la oposición del PSOE a partir del domingo que viene. Por tanto, hay que darles un margen. Margen que no ha tenido el Gobierno de Mariano Rajoy, que lleva escasamente tres meses gobernando. Ni siquiera se le han dado esos cien días de gracia que se le dan a todo Gobierno. Se le ha empezado a exigir y se le ha empezado a hacer oposición desde el primer momento. Incluso se le ha convocado una huelga general.
VALORES
«Vemos al empresario como un explotador más que como un emprendedor»
–El Gobierno del PSOE introdujo la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la reforma de la Ley del Aborto... y se dijo que Zapatero intentaba cambiar el pensamiento de los españoles. ¿El PP va a recuperar los valores tradicionales?
–Hay materias de enseñanza infinitamente más importantes que Educación para la Ciudadanía, que desde su propio título se ve que es una materia sesgada y, por lo tanto, ideológica. España es un país con una historia importantísima. Durante la celebración del bicentenario de las Cortes de Cádiz yo pensaba en lo que esto suponía, en qué circunstancias se aprobó la Constitución de 1812 y lo que supuso, además, esa Constitución como referencia a las que se hicieron después. Y es que estudiar la historia de España es fundamental. Saber quiénes somos, de dónde venimos y cuál ha sido nuestra trayectoria me parece fundamental.
En EE UU, el 80 por ciento de los chicos que sale del instituto quiere trabajar creando una empresa, es decir, quieren ser empresarios o, como se dice ahora, emprendedores. En Europa, ese porcentaje es del 50 por ciento y en España está en el 16. Es decir, en nuestro país seguimos teniendo esa imagen del empresario más como un explotador del trabajador que como una persona que crea empleo y riqueza. Sería fundamental que desde muy pequeños se les enseñara a ser emprendedores.
IMAGEN EXTERIOR
«Cuando gobernaba Aznar, la gente hablaba del milagro español»
–¿España está recuperando el peso internacional y la capacidad de negociar que ha perdido en los últimos años?
–La recuperación del prestigio de España supone recuperar la confianza y la seriedad. En los años de Gobierno del PSOE, cuando salía al extranjero la gente me preguntaba «¿qué está pasando en España?» Igual que cuando gobernaba Aznar, pero la pregunta tenía un sentido completamente distinto.
Cuando gobernaba Aznar y la economía crecía y se creaba empleo, la gente hablaba del milagro español. Y la gente preguntaba con admiración y con curiosidad. Con Zapatero, y sobre todo a partir de la crisis económica, la gente se preguntaba por qué se producía una destrucción de empleo tan acelerada, por qué tenemos los índices de desempleo más altos de Europa.
Yo considero que el Gobierno de Mariano Rajoy, a pesar de llevar poco tiempo, lo está haciendo bien. Que la recuperación va a tardar, pues probablemente. Pero esta recuperación no llegará nunca si no se llevan a cabo las reformas que se están planteando y que se están haciendo.
MONARQUÍA
«El papel que desempeña el Rey es ejemplar»
–El lunes, en el oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, el Rey obtuvo una ovación cerradísima y larguísima cuando terminó su discurso. ¿Qué significa para usted esta ovación?
– Bueno, no solamente la ovación que se le dio en el oratorio. Yo fui testigo también en la calle del cariño y del recibimiento, pero con entusiasmo, de los gaditanos hacia la figura de los Reyes.
La monarquía es, y sobre todo Don Juan Carlos, un elemento de primer orden institucional, de primer orden de equilibrio, de moderación y de compensación, por no hablar del valor, que tiene la presencia internacional del Rey en el extranjero. Si es verdad que hay un sector que cuestiona la Corona habría que decirles: ¿y si no existiera la Corona, qué pasaría?, ¿qué ventajas tendríamos si no existiera la monarquía?
La experiencia que tenemos en la historia de nuestras dos Repúblicas son experiencias que acabaron mal. Y de la misma manera que en 1812 se aprobó una Constitución estableciendo una monarquía parlamentaria, teniendo muy reciente la revolución francesa, ahora tenemos una monarquía moderna. Tenemos una institución que Don Juan Carlos ha llevado especialmente bien, ejemplarmente bien.
Hablamos de austeridad: la Casa Real española nos cuesta ocho millones de euros al año. La presidencia de la República francesa cuesta 700 millones a los franceses. Por no hablar de otras monarquías europeas, que cuestan infinitamente más.
Debemos estar muy orgullosos de la Corona, del Rey y del futuro de esta institución. El futuro está garantizado con el Príncipe de Asturias por la educación que ha recibido, por la madurez que tiene y por cómo está siguiendo los pasos de su padre.
Particularmente, creo que el papel que está desempeñando Don Juan Carlos es ejemplar. Y habría que ver qué hubiese ocurrido si no hubiese estado el Rey en determinados momentos.
FIESTA NACIONAL
«El parlamento de Cataluña prohíbe los toros pero blinda los correbous»
–¿Cree que sería posible revocar la prohibición de los toros en Cataluña?
–Sí lo creo. Nosotros presentamos un recurso ante el Tribunal Constitucional, que estaba lo suficientemente fundamentado como para que el TC lo acepte e invalide la decisión del Parlamento de Cataluña. ¿Cuándo? No lo sabemos. El TC no es muy rápido en sus decisiones, pero espero que sea pronto. Además, se van a presentar en el Congreso más de medio millón de firmas que piden una iniciativa legislativa popular que vaya en el mismo sentido.
Me parece que la decisión del Parlamento de Cataluña miraba más los intereses políticos que no de la defensa de los animales. Y es que el propio Parlamento catalán en una semana incurre en contradicción. Es decir, en un Pleno deciden la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, pero en el siguiente blindan el mantenimiento de los correbous, es decir, de los toros en las calle.
ETA
«¿Gestos? que entreguen las armas y pidan perdón»
–¿Cree que ETA tiene vocación de desaparecer?
–La única manera de saber realmente qué quiere ETA es demostrarlo a través de gestos. Y los únicos posibles son el abandono y entrega de las armas, la finalización de las acciones terroristas, el arrepentimiento y que pidan perdón a las víctimas. Amaiur le pedía gestos al Gobierno, pero el Gobierno lo único que tiene que hacer es cumplir la legislación. A lo mejor es Amaiur quien tiene que hacer el primer gesto y decirle a ETA que desaparezca de verdad.
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