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Volver a la cabeza de Europa

Rajoy, desde Pontevedra, asegura ante una semana crucial que España «va a salir adelante»

El presidente in péctore trasladará el mensaje de que España es fiable para volver al núcleo
El presidente in péctore trasladará el mensaje de que España es fiable para volver al núcleolarazon

MADRID- Rajoy quebró ayer el silencio que ha mantenido desde el 20 de noviembre. Lo hizo en su tierra, Pontevedra, donde el PP ganó en todos los municipios. Y lo hizo para dejar un mensaje claro ante una semana decisiva: «No está esto para cenas, lo que viene para España es muy difícil». Rotundo, realista, pero también confiado, Rajoy se mostró seguro de que España «va a salir adelante» aunque haya que ser «rápidos y ágiles» en las medidas a tomar, tarea que «no es de un solo Gobierno, sino de toda la nación» y que pasa por hacer «otra política económica».

El presidente in péctore reaparece en escena ante su semana decisiva, con Europa en el horizonte y su apuesta económica por bandera. Hasta ahora, Rajoy ha aprovechado sus contactos europeos para presentarse como el presidente que hará lo que tiene que hacer para salvar a su país de la hoguera de la deuda soberana. Ésta es la semana decisiva, por la cumbre europea del día 9 y de la que el próximo presidente ansía una solución operativa para el problema de la deuda.

Rajoy comparte la tesis alemana de que hace falta una reforma constitucional que siente las bases de la unidad fiscal en la zona euro, pero eso exige tiempo y, mientras, es partidario de que se mantenga una intervención transitoria en los mercados. «Sí» a las sanciones a los países incumplidores; pero también «sí» a la ayuda, vía BCE e instituciones comunitarias a los países que cumplen. Con ese mensaje por bandera, su mayoría absoluta y una intensa agenda de reformas que pretende aprobar en su primer trimestre en el Gobierno, irá el miércoles a Marsella para dar un nuevo impulso a su operación diplomática para rescatar a España del «club de los PIGS». Una parte de su estrategia ante esta cumbre la tiene que depositar en el presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, que todavía representará a España el 9. Tienen pendiente otra reunión, que se espera que sea a principios de esta semana, pero el núcleo del mensaje ya se lo ha transmitido: Zapatero tiene que ser el portavoz de su compromiso con el déficit y con las reformas.

La dinámica en la UE no le es extraña por su experiencia en el Gobierno de Aznar y, en especial, por el papel de coordinación que ejerció en la Presidencia española europea de 2002 desde la vicepresidencia. De entonces sacó la conclusión de que «lo más importante para hacerse respetar es tener palabra, ser serio y buscar aliados para tu causa». «Cuando quería sacar una iniciativa, siempre hacía una ronda por las capitales y, si veía que no iba a obtener los apoyos necesarios para aprobarla, ya no la llevaba a Bruselas», explica uno de sus estrechos colaboradores, que ya trabajaba con él en aquella etapa.

Su estrategia para el futuro es la misma: trabajarse el terreno en los contactos bilaterales y tener presencia en todas las reuniones europeas. Para ello, una vez constituido su Gobierno, desplegará a todo su Gobierno por Europa, en una acción concertada para defender que España es un socio fiable que hará todos los deberes para estar en el núcleo duro de la UE. En la agenda inmediata están las negociaciones de las Perspectivas Financieras para 2014-2020 y de la Política Agraria Común.

Ante esta cumbre del día 9 Rajoy quiere que quede claro que España no es partidaria de una Europa a dos velocidades, pero que en el caso de que se avance por ese camino, estará en el grupo de los primeros. Con todos los que ha hablado, y con los que lo hará en la convocatoria previa del Partido Popular Europeo (PPE), ha desplegado sus prioridades y su compromiso con el déficit. Es decir, que España es parte de la solución, no del problema.

Además de su intervención ante el Plenario en la reunión del PPE, en calidad de presidente del Gobierno, y de su participación en el cónclave a puerta cerrada de primeros ministros del día 8 por la mañana, Rajoy tendrá esta semana su primer contacto con un representante de la Administración norteamericana, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner. De las posibles bilaterales paralelas que mantenga con otros mandatarios europeos miembros del PPE, su Gabinete ha impuesto la ley del silencio en tanto concreta las gestiones, dentro de un plan inicial en el que la prioridad era entrevistarse con Sarkozy y Merkel. Su deseo es poder transmitirles en persona su hoja de ruta, como ya ha hecho en todos los contactos telefónicos de primer nivel desde el 20-N y en las reuniones con altos representantes de la UE, como el italiano Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea.