Balón de Oro
Dos estilos para el banquillo
El Real Madrid necesita una idea y Wenger y Ancelotti son las dos opciones que manejan Florentino Pérez y Jorge Valdano, su hombre fuerte, para dirigir al equipo
El Real Madrid necesita un modelo, una idea que le permita competir con los grandes en Europa. Algo que no tiene desde que desapareció la Quinta del Buitre y que sí tienen sus rivales. Como el Barcelona, que lo mantiene desde Johan Cuyff, aunque haya cambiado el dueño del banquillo. Especialmente en los últimos tiempos, primero fue con Frank Rijkaard y ahora con Pep Guardiola.
El club madridista necesita una identidad que se transmita desde el césped hacia afuera. Una transformación como la que ha vivido la selección en los últimos tiempos. A «La Roja» siempre se le identificó con la furia que, como Valdano siempre se encargó de recordar, «es un estado de ánimo, no un estilo de juego». Al Madrid en los últimos tiempos se le identifica con la fe y la capacidad de lucha. Una herencia de los tiempos de Capello que todavía pervive en el vestuario.
Jorge Valdano será, precisamen- te, el responsable de encontrar a ese entrenador capaz de transmitir una identidad al juego del Real Madrid si, como parece, Florentino Pérez es el próximo presidente. Ancelotti y Wenger son las dos opciones. Son diferentes, pero no tanto.
Wenger es un entrenador muy didáctico, un especialista en contratar jugadores jóvenes y convertirlos en estrellas. Maneja el terreno deportivo del Arsenal por completo desde que llegó en septiembre de 1996. Convirtió un equipo de borrachos aburridos en un conjunto de profesionales con gusto por la estética.
Durante los años 80, con George Graham al mando, el Arsenal era conocido como el «aburrido Arsenal». Y varios de sus futbolistas confesaron sus problemas con el alcohol, las drogas o el juego, especialmente Tony Adams y Paul Merson.
Wenger suprimió del vestuario los viejos vicios del fútbol británico y lo llenó con varios de los jóvenes más prometedores del fútbol africano. Uno de los méritos que le reconocen los propietarios del Arsenal es que durante su mandato el club apenas se ha gastado en fichajes cinco millones de libras netos. Es decir, cinco millones descontando la diferencia entre los gastos y los ingresos en fichajes.
Lauren, uno de los futbolistas que él llevó al Arsenal, duda de las posibilidades de Wenger en un equipo grande, con estrellas en lugar de jóvenes criados bajo su mando. El francés supondría un cambio de estilo en el campo y en la gestión del equipo. Sólo funcionaría como un mánager al estilo inglés, como hace en el Arsenal.
Más acostumbrado a manejarse con estrellas está Carlo Ancelotti. Primero como jugador –fue uno de los miembros destacados del gran Milan de Sacchi– y más tarde como entrenador. Dirige el Milan desde 2001. Allí su poder de decisión es limitado. En los fichajes y hasta en las alineaciones. Varias veces tuvo que leer en la prensa el gusto de Berlusconi por que su equipo jugara con dos de- lanteros.
Ancelotti es también un entrenador apreciado por sus futbolistas, un técnico al estilo de Vicente del Bosque, preocupado por el jugador y también por la persona. Además, siempre ha respetado a los jugadores creativos. Y a él le debe Italia el cambio que le permitió ganar el Mundial sin recurrir al «catenaccio» más estricto. Ancelotti convirtió a Pirlo en uno de los mejores mediocentros del mundo.
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