Política

Entrevista

Entrevista a Enzo Franchini: «Tengo miedo de lo que me pueda hacer el chavismo»

El régimen lanzó una orden de extradición contra él y ha estado 115 días detenido en la cárcel de Soto del Real. Ahora, el ingeniero de 34 años aguarda el fallo final de la Audiencia Nacional. El joven con doble nacionalidad confía en la Justicia española

Enzo Franchini se encuentra a 7.000 kilómetros de la cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) conocida como «la Tumba», pero se estremece con solo escuchar o pronunciar su nombre. El joven de 34 años, que atesora las nacionalidades venezolana e italiana, también tiene claro lo que le pasaría en caso de ser extraditado a Venezuela, como demandan las autoridades chavistas. Enzo no verbaliza la palabra muerte. Como si al no pronunciarla no fuera a suceder, sin embargo, sabe que su vida corre peligro, y eso que su concepto de vida ha cambiado drásticamente en los últimos dos años. La matrícula de su moto lo convirtió en uno de los opositores más fáciles de identificar y localizar durante las protestas juveniles contra el régimen de Nicolás Maduro en 2017.

Enzo participaba activamente en las marchas opositoras, no lo oculta. Él se dedicaba a ayudar a los heridos de las manifestaciones, los recogía para que no respirasen más gas lacrimógeno o por si necesitaban alguna intervención urgente. El 20 de mayo de 2017 acudió a ver qué ocurría en un tumulto en el municipio caraqueño de Chacao, en plena manifestación antichavista, podía haber necesidad de socorrer. Un joven, ajeno a la política y a la oposición al chavismo, estaba siendo vapuleado al grito de «ladrón». Se trataba de Orlando Figuera, quien había tenido una trifulca con una banda enemiga de «parqueros», como él mismo narró a las autoridades chavistas dos días después del horrible suceso. Primero le acuchillaron. Cuando Orlando huyó hacia el lugar de las protestas, aprovecharon la confusión y el gentío para prenderle fuego. Todo esto quedó reflejado en unos vídeos así como en la declaración oficial del propio Orlando, quien falleció trágicamente 15 días después, en el hospital. Enzo logró salir de Venezuela y decidió establecerse en España, a las afueras de Madrid. Aquí comenzó una nueva vida, lejos de las acusaciones del chavismo en sus programas de televisión y redes sociales. Hasta que el 10 de julio fue detenido por los agentes españoles y al día siguiente fue trasladado a la prisión madrileña de Soto del Real.

Enzo Franchini espera ahora la decisión final de la Audiencia Nacional. La Justicia española tiene la última palabra sobre su proceso de extradición a Venezuela. En el despacho de Oliver Abogados, quienes han asumido su caso pro bono, Enzo responde a las preguntas de LA RAZÓN.

Este lunes por la noche, por fin recibió una buena noticia respecto a su caso, con el auto de libertad de la Sección Primera de la Sala de lo Penal. Ha estado encerrado en la prisión de Soto del Real desde el 11 de julio pasado. Es decir, 115 días, ¿cómo ha pasado sus primeros días de libertad provisional?

Acoplándome a la vida en el exterior. He estado casi cuatro meses preso, acusado de un crimen que no cometí y con el temor diario de ser enviado a Venezuela. Todo el mundo sabe lo que me pasaría si soy extraditado a Venezuela...

¿Qué ha sido lo peor de estar tanto tiempo en la cárcel madrileña de Soto del Real?

Estar lejos de mi familia, sin duda, eso ha sido lo más difícil. La impotencia de estar preso sin haber cometido ningún crimen. También el miedo a ser extraditado. He tenido momentos muy difíciles, en los que he estado desesperado porque tenía la sensación de que las autoridades españolas no se estaban leyendo la documentación... Pero esto ha cambiado y ya se es consciente de lo que pretende el régimen venezolano. Confío en la Justicia española.

¿Por qué cree que el Gobierno de Nicolás Maduro ha emprendido esta campaña contra usted?

Necesitaban un chivo expiatorio. Siempre he sido opositor al régimen, he participado desde siempre en las marchas pacíficas en Venezuela y el Gobierno bolivariano ya me tenía fichado. Durante muchos años estuve amenazado por el Gobierno venezolano por reivindicar la violación de los Derechos Humanos en mi país, y esas amenazas, por desgracia, se han hecho efectivas. Pero como yo hay miles de venezolanos, detenidos sin razón, acusados de delitos inventados, encerrados en «la Tumba» del Sebin. Esta es la realidad de Venezuela.

¿Y por qué el chavismo se ha tomado tantas molestias, que hasta ha llegado a pedir una orden de busca y captura internacional y demandar a España su extradición a Venezuela?

Porque el Gobierno venezolano es capaz de todo. Manipula a la Justicia, realizan detenciones arbitrarias, asesinan a quiénes no opinan como ellos... En Venezuela se vulneran sistemáticamente los derechos de los ciudadanos y no pasa nada.

A pesar de encontrarse en España, ¿tiene miedo de lo que pueda hacerle el chavismo?

Ya se ha visto lo que puede pasar. Los tentáculos del régimen llegan a todas partes del mundo. Durante cuatro meses he sufrido un auténtico calvario, donde se me acusaba de un crimen atroz que no cometí, donde el régimen ha enviado una documentación que no se lee, donde no hay ninguna prueba de que yo cometiese tal aberración, donde se identifica a los autores (y ninguno es Enzo, quien además llevaba un casco blanco muy reconocible). El sancionado usurpador fiscal general (Tarek William Saab) ha publicado unos tuits donde me condena. Claro que tengo miedo de lo que me puedan hacer, pero confío en las autoridades españolas, sé que España es un país donde existen garantías y donde seré protegido del régimen.

Su nombre ha quedado marcado para siempre. Muchos medios y políticos venezolanos como Diosdado Cabello o el mencionado Tarek William Saab han obviado el «supuesto», el «presunto», ¿va a tomar medidas legales?

Todos los medios que están bajo el yugo del régimen me han estigmatizado a mí y a mi familia. Han querido destruir mi vida y la de mi familia, pero gracias a Dios, las autoridades españolas han sido conscientes de lo que el régimen pretende, que no es más que justificar otra ejecución, en este caso, la mía. Claramente en las fotografías del suceso se aprecia quién es el que comete el crimen, es más, en la propia documentación que envían las autoridades venezolanas, se identifica a los autores, yo jamás asesiné a Orlando.

Después de la orden de Interpol, usted fue detenido por la Policía Nacional en verano, precisamente cuando salía para ir al trabajo. Ahora ha perdido su empleo y ha estado cuatro meses sin poder trabajar, ¿cómo va a salir adelante?

Con tiempo y con el apoyo de mi familia. El estigma que se me ha causado se irá, porque la gente sabe cómo actúa el régimen venezolano. Ahora necesito tiempo para recuperarme y tiempo para estar con mi familia, que lo han pasado muy mal.

Precisamente, su familia también ha sufrido el acoso de las autoridades chavistas, ¿le preocupa lo que les pueda pasar una vez que usted quede finalmente en libertad sin cargos?

Por seguridad prefiero no dar nombres, espero que me entienda. Pero familiares directos míos han sido secuestrados por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), han sufrido amenazas constantes. Amenazas como que «si hablan, les lanzaremos una orden de aprehensión», han sido frecuentes. Mi familia ha sufrido un calvario. Yo sólo me he limitado a ejercer mis derechos y a reivindicar en mi país las atrocidades que el régimen comete.

De huir de la Segunda Guerra Mundial a huir de la Venezuela de Maduro

En plena Segunda Guerra Mundial, los abuelos de Enzo huyeron de la represión en Italia y viajaron hasta Venezuela para instalarse en la ciudad de Coro. Un viaje de Europa al Caribe venezolano que hoy, paradójicamente, sus nietos hacen a la inversa, dejando atrás la persecución y la falta de libertades para buscar la paz y la seguridad en el continente europeo. A Enzo Franchini le pusieron su nombre por su abuelo, que se llamaba Vincenzo, pero todo el mundo le conocía como «Enzo». No solo heredó el nombre y el apellido, también la nacionalidad italiana de sus abuelos. «Si hubiera hecho algo malo, se habría marchado a Italia, un país que no extradita a sus nacionales», insistía Elena, la madre de Enzo, en una de sus primeras entrevistas con LA RAZÓN. Y es que Enzo se estableció en España en 2018. Una vez que fue detenido, en 2019, Elena también se vino a vivir a las afueras de Madrid para estar cerca de su hijo y poder visitarlo cada semana en Soto del Real. Aunque le doliera y conmocionara verlo al otro lado del cristal, ella nunca fallaba. El joven que es demandado por las autoridades chavistas, para que sea extraditado de España a Venezuela, nació en el municipio caraqueño de Baruto hace 34 años y estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Santa María. El italo venezolano considera que él «nació para ser ingeniero, porque le encanta resolver los problemas», era y es su pasión y lo echa muchísimo de menos. «Lo que más me gustaba del trabajo era llegar todos los días a la obra, con ese olor tan especial a tierra movida», recuerda Enzo.