ONU
Bruselas pide el aval de la ONU para iniciar la intervención militar en Libia
«Ningún emigrante será devuelto contra su voluntad», promete Mogherini
«Estamos asumiendo responsabilidades y trabajando duro y rápido, pero no podemos hacerlo solos», dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ante el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
En esta ocasión es la Unión Europa la que mira a la ONU para establecer una base legal para su operación militar. Su objetivo: atacar las embarcaciones de los traficantes de inmigrantes en aguas territoriales libias. De este forma, la jefa de la Diplomacia de europea, Federica Mogherini, intervino ayer ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York para dar cuenta del plan europeo contra los traficantes de inmigrantes. «Necesitamos vuestro apoyo para salvar vidas. Ningún refugiado o inmigrante intercerptado en el mar será devuelto contra su voluntad», aseguró en el Consejo, que empezará la semana que viene a decidir sobre el plan de identificar, capturar y destruir las embarcaciones de los traficantes antes de que las utilicen para trasladar a los inmigrantes.
Sin embargo, dio la sensación de que el uso de la fuerza no convenció a todos los embajadores de los quince miembro. Para ello necesita arrancarles una resolución dentro del Capítulo VII de la Carta de la ONU, que contempla el citado uso de la fuerza en caso de incumplimiento. Les preocupa que con esta operación precisamente se hiera a los inmigrantes, se les envíe a sus países de origen e impida buscar una oportunidad en Europa. La mayoría huye de los conflictos y la pobreza que asolan Siria, Eritrea, Nigeria o Somalia.
En esa línea, el representante especial de Naciones Unidas para la inmigración internacional, Peter Sutherland, aseguró que la mitad de la población que llega a Europa debe ser considerada refugiada, estatus que ofrece ciertas garantías legales a los inmigrantes. Mientras, alabó el sistema de cuota de la UE en el que los países se repartan a los refugiados, en referencia a la propuesta que se espera plantear mañana en Bruselas.
Más de 1.800 inmigrantes han muerto en el Mediterráneo en 2015. Mientras, según las estimaciones de Naciones Unidas, más de 60.000 personas han intentado cruzar a Europa desde Libia. Allí operan la mayoría de los traficantes. Precisamente, desde este país, se han opuesto a las propuestas de la UE. Los diplomáticos de Italia, que se ha ofrecido a ponerse al mando de la operación, Reino Unido, Francia, Lituania y España trabajan en un borrador de resolución para que sea aprobado. En esta ocasión, China y Rusia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, han expresado ya sus reticencias a que el texto se enmarquee en el Capítulo VII (por el uso de la fuerza). Hasta el propio secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha advertido de los riesgos de una operación militar.
Cuotas de reparto de inmigrantes por países
La Comisión Europea propondrá mañana un sistema de cuotas obligatorio para distribuir a los demandantes de asilo entre todos los Estados miembros y descargar así a los países más afectados por la crisis migratoria en el Mediterráneo, como Italia. El reparto se basará en criterios como el nivel de renta del país o la tasa de paro, según los borradores del plan que se han filtrado.
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