Cohabitación explosiva

–¿Cómo va a evolucionar la confrontación entre el oficialismo chavista y la nueva Asamblea opositora?

–Tras la constitución de la nueva Asamblea, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) va a intentar dar cierta legitimidad «revolucionaria», en sus palabras, a la llamada asamblea paralela. Sin embargo, esta decisión va en contra tanto de la legalidad como de la voluntad ciudadana expresada a traves del voto. Esta institución paralela va a dificultar que otros gobiernos, incluidos aliados estratégicos como China, Brasil, o Rusia, puedan conocer las decisiones de la Asamblea Nacional que tengan que ver con contrataciones o financiación de proyectos, etc. Los resultados del 6 de diciembre son un mandato para que el Gobierno de Maduro rectifique y redireccione la política económica, social y, en general, su estrategia en todos los ámbitos de la acción del Estado.

–¿Tras la institución de la nueva Asamblea, cuál será el rol del resto de instituciones controladas todavía por el oficialismo chavista?

–El choque entre las diferentes instituciones es algo inminente, pero no sólo con la Justicia, sino también con el Ejecutivo o la Fiscalía. El simple desconocimiento de ciertas decisiones u obligaciones del Ejecutivo será razón de choque entre los diferentes poderes, como, por ejemplo, la ejecución del presupuesto y la asignación y entrega de los recursos a quienes les corresponde. No se sabe si el Ejecutivo, a traves del Ministerio de Finanzas y la Tesorería, podría usar su poder para no transferir los recursos financieros a algún organismo. Ante este escenario, ¿qué ocurriría? Todas estas posibles acciones sólo mermarían el buen funcionamiento de las instituiciones, el Estado de Derecho y la Constitución. Se esperan, por lo tanto, acciones de confrontación, algunas suaves y otras duras, pero que, sin duda, demostrarán la naturaleza de un régimen que no es democrático en su desempeño.