Reino Unido
Corbyn sufre su primera derrota en Bringhton
Afiliados y sindicatos rechazan su propuesta estrella para debatir en el congreso el futuro de la flota de submarinos nucleares Trident
Afiliados y sindicatos rechazan su propuesta estrella para debatir en el congreso el futuro de la flota de submarinos nucleares Trident
Jeremy Corbyn no ha podido empezar peor su primer congreso laborista como líder. El político –que representa a la izquierda más radical de su formación– sufrió ayer una humillante derrota, después de que su propuesta para analizar el futuro de la flota de submarinos nucleares Trident no recibiera el apoyo suficiente para ser debatida. Era la primera prueba de fuego para comprobar si el activista contaba con el apoyo de sus filas. A primera hora de la mañana, en una entrevista con la BBC, Corbyn, que está en contra del sistema de armas nucleares, se mostraba convencido de que había «esperanzas» de acercar posturas con su equipo. Sin embargo, horas más tarde, los propios afiliados y sindicatos -los responsables de convertirle en líder el pasado 12 de septiembre- eran los que le daban la espalda. El propio Corbyn era el que había sugerido someter a votación los temas a debatir en la conferencia. Pero los delegados optaron por descartar la cuestión regalando así al mesías de la izquierda su primer fracaso político. Para salir del paso, el veterano diputado de 66 años aseguró que sus filas tendrán libertad de voto cuando la cuestión se debata el próximo año en Westminster. La actual generación compuesta por submarinos, misiles y ojivas no comenzará a poner fin a su vida laboral hasta finales de los años 2020, pero el trabajo sobre un reemplazo no se puede retrasar debido al tiempo que se tardará en completar el relevo. El diputado laborista John Woodcock, quien representa al distrito de Barrow-in-Furness, donde se construyen los submarinos Trident, señaló que los afiliados «habían querido centrarse en temas que realmente preocupan al público y no en aquellas cuestiones que pueden dividir al partido». Sin embargo, los titulares coincidieron en la «gran humillación» que había sufrido el bautizado como el Pablo Iglesias británico.
La división de las filas laboristas es más evidente que nunca. En una entrevista concedida ayer al dominical «The Observer», Corbyn recalcó que no se dejará convencer por sus correligionarios para que deje el liderazgo antes de las próximas elecciones generales del 2020. Al serle preguntado si dejaría su puesto en medio de fuertes presiones del grupo parlamentario, éste respondió: «¿Que si voy a dimitir? No, por supuesto que no». Corbyn agregó que espera convencer en los próximos cuatro días del congreso, «incluso a aquellos que no son votantes laboristas», que él ofrece «algo muy distinto», una alternativa a las medidas de austeridad, centrada en la inversión y en la expansión de la economía británica. «Espero que entiendan que soy el representante y el producto de un creciente movimiento democrático», subrayó. Durante la entrevista, también insistió en que se ve como primer ministro dentro de cinco años. «Pienso en los problemas, las oportunidades y las responsabilidades» de estar al frente del Gobierno, argumentó.
Entre otros asuntos, los laboristas debatirán esta semana la política económica y la mejor manera de poner fin a las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno de Cameron. Para ello, el laborismo ha formado un panel de destacados expertos que asesorará a Corbyn y al portavoz de Economía de la formación, el también izquierdista radical John McDonnell. Entre los economistas que forman parte de este equipo destaca el francés Thomas Piketty, quien también ha sido elegido como asesor para Podemos en España. «Fui elegido con el mandato claro de oponerme a la austeridad. Nuestra economía debe darle seguridad a todos, no sólo a unos pocos», aseguró Corbyn.
Una solución política en Siria
El «premier» David Cameron afirmó ayer que el presidente sirio, Bachar al Asad, podría formar parte de un futuro gobierno de transición que permita superar el conflicto en el que actualmente se encuentra inmerso el país. Cameron, que se encuentra en Nueva York, donde se celebra la sesión plenaria anual de la Asamblea General de la ONU, hasta ahora rechazaba cualquier posibilidad de que Al Asad formara parte de una solución política. El corresponsal de Sky recalcó que aunque el primer ministro británico no descarta que Al Assad participe en la transición, «tiene muy claro que no puede formar parte del futuro de Siria a largo plazo».
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