Relaciones EEUU/Cuba
Cuba pide a EE UU que le saque de la lista de países terroristas
Kerry replica que este punto no puede ser una condición para seguir negociando. Ambos países quieren reabrir embajadas antes de la Cumbre de Panamá en abril
Quieren abrir las embajadas a tiempo para la Cumbre de Panamá, en abril, donde los presidentes Barack Obama y Raúl Castro podrían encontrarse por primera vez desde que se anunció el inicio del deshielo entre Washington y La Habana. Las conversaciones de ayer entre las dos partes fueron las segundas después de la primera sesión histórica en La Habana el mes pasado tras 54 años sin relaciones. Las protagonistas fueron, una vez más, Roberta Jacobson en el lado estadounidense y Josefina Vidal en el cubano. Sin embargo, el resultado del encuentro parece que no fue muy productivo.
Desde La Habana se presiona a Estados Unidos para que retire a Cuba de su lista oficial de estados que patrocinan el terrorismo como condición para seguir avanznado. La administración Obama está cerca de completar la revisión de este punto. Sin embargo, la decisión tiene que pasar antes por el Congreso norteamericano, donde tienen mayoría los republicanos, quienes se han negado a aceptar este requisito.
A pesar de todo, este punto no es el mayor de los problemas para restablecer las relaciones diplomáticas. La clave es el asunto bancario, lo que más preocupa a los cubanos, según han reconocido los funcionarios del Departamento de Estado de EE UU. La cuestión es que en Cuba no pueden encontrar un solo banco estadounidense que acepte hacer negocios con el Gobierno de la isla ya que el Gobierno castristas figura en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
En este sentido, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo ayer que la delegación de EE UU no negociará la posibilidad de sacar a la isla de la lista porque ese proceso debe resolverse por separado. «Éstas son negociaciones normales relacionadas con el movimiento de diplomáticos, acceso, viajes, cosas diferentes, un proceso muy técnico», dijo Kerry en una conferencia de prensa junto a la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf.
Sin embargo, los cubanos presionan sin descanso al decir que no se puede abrir una embajada de Cuba en Estados Unidos si su país continúa en las listas del terrorismo junto a Irán, Sudán o Siria. «Sería una contradicción restablecer las relaciones diplomáticas si Cuba todavía sigue en la lista de países que patrocinan el terrorismo internacional», reconoció el vicedirector de Asuntos Americanos desde el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano, según se recogió en los medios de comunicación de la isla.
«Tenemos que negociar con el espíritu de llegar a algún acuerdo en estas cosas, y no poner más obstáculos en el camino que no están relacionados con la forma en la que funcionamos como diplomáticos en nuestros países», explicó un funcionario del Departamento del Estado en referencia a la exigencia de los cubanos de que se retire a su país del famoso listado.
Los funcionarios cubanos han reconocido que mantener a su país en la lista terrorista no tiene sentido después de todas las amenazas que vienen de Oriente Medio y de que los turistas estadounidenses visitan la isla del Caribe. Washington incluyó a Cuba en esta lista en 1982, después de que Castro ayudase a las insurgencias marxistas durante la Guerra Fría.
Desde 1977, Cuba y Estados Unidos han tenido secciones de intereses en sus respectivas capitales, donde se llevan a cabo funciones de embajada, si bien funcionan con un estatus inferior. Lo que Washington pide en este sentido es que sus diplomáticos puedan desplazarse libremente por la isla.
Hace más de un año se celebró una reunión entre diferentes banqueros estadounidenses y funcionarios cubanos para pedir a los hombres de negocios que aceptasen el dinero de Cuba.
Dos mujeres dirigen los diálogos
Roberta Jacobson y Josefina Vidal están rompiendo el hielo entre Cuba y EE UU. Jacobson es secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental y habla español de manera fluida. Lleva 25 años vinculada al mundo de la diplomacia y está especializada en América Latina. Vidal habla inglés, ruso y francés y es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Está considerada la diseñadora de la política cubana con respecto a EE UU, de donde fue expulsada en 2003 por «actividades hostiles a la seguridad nacional».
Los principales puntos de fricción
Derechos humanos
EE UU pide que se respeten la libertades de expresión y de asociación en Cuba, lo que acabaría con la persecución de disidentes. Cuba exige que se respeten los derechos de los prisioneros en Guantánamo.
Embargo comercial
EE UU penaliza a empresas que negocian con Cuba, lo que ha encarecido el intercambio económico para la isla. El embargo en su conjunto sólo puede ser retirado si es aprobado por el Congreso.
Asunto migratorio
EE UU mantiene la Ley de Ajuste Cubano, que otorga papeles a los cubanos que pisan suelo norteamericano. Cuba replica que esta política fomenta la emigración ilegal y el robo de cerebros.
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