Política

Guerra en Siria

Denuncian la existencia de cámaras de tortura en centros de detención en Raqa

El grupo Human Rights Watch (HRW) ha comprobado la existencia de cámaras de tortura en centros de detención de las fuerzas del régimen sirio en la localidad de Raqa, en el norte del país, según el último comunicado de la organización.

Durante una visita a Raqa a finales de abril, después de que los opositores tomaran el control de la ciudad, los investigadores de HRW vieron las celdas y las salas de interrogatorio y de tortura en instalaciones que habían pertenecido a los órganos de la Seguridad del Estado y de la Inteligencia Militar.

En el centro de la Seguridad del Estado, el equipo de HRW descubrió en la planta baja y en el sótano habitaciones que parecían ser celdas de detención, donde encontraron un instrumento de tortura, denominado "bsat al reeh", que, según exprisioneros, era empleado para inmovilizarlos y estirar o doblar sus extremidades.

El testimonio de varios exdetenidos en otros puntos del país revela que ese instrumento se usa en las prisiones de las fuerzas del régimen.

Los torturadores atan al prisionero a una tabla, a veces en forma de cruz, para que no pueda defenderse y, en ocasiones, tiran de sus extremidades o doblan la plancha a la mitad de tal manera que la cara del detenido toca los pies.

Los documentos descubiertos en los centros de Raqa sugieren que los detenidos eran arrestados de forma arbitraria y torturados cuando la ciudad estaba bajo el control del Gobierno, antes de que los opositores se lo arrebataran en la primera semana de marzo.

Durante su estancia, la organización entrevistó a cinco antiguos presos en la sede de la Inteligencia Militar, que declararon que las fuerzas de seguridad les interrogaron sobre actividades legales, como su participación en manifestaciones pacíficas, el suministro de ayuda a familias desplazadas y la defensa legal de detenidos.

Cuatro de ellos afirmaron que fueron torturados por los responsables del centro e identificaron a uno de sus interrogadores y torturador, Mohamed al Ahmed, conocido como Abu Yasem, fallecido durante la batalla por el control de Raqa, según vecinos de la ciudad.

Una de las personas entrevistadas es Ahmed, de 24 años, que fue detenido el 7 de abril junto a su hermano por oficiales de la Inteligencia Militar por su participación en manifestaciones pacíficas, y que tras su liberación se unió a un grupo armado opositor.

Ahmed explicó que durante su estancia en el centro de detención sufría mucho cuando escuchaba los gritos de su hermano torturado.

Él también fue golpeado por los guardianes de la sede de la Inteligencia Militar: "Se turnaban entre mi hermano y yo. Comenzaron torturando con descargas eléctricas a mi hermano durante tres o cuatro horas y luego lo dejaron en una celda de aislamiento. Ellos querían que yo les dijera quién participaba en las manifestaciones".

"Me obligaban a oír los gritos de mi hermano", recordó Ahmed, para quien esto era peor que las torturas contra él mismo.

HRW hizo un llamamiento a los líderes de la oposición, a la Coalición Nacional Siria (CNFROS) y a expertos internacionales neutrales para que protejan las pruebas de torturas y detenciones arbitrarias en prisiones de las fuerzas del régimen localizadas en zonas tomadas por los opositores.

"Aquellos que tienen el control de Raqa (la oposición) necesitan salvaguardar el material de esas instalaciones para que la verdad pueda ser contada y los responsables rindan cuentas", apuntó en la nota el subdirector de HRW para Oriente Medio, Nadim Houry.