Guerra en Ucrania

Desarme a cambio de una Ucrania federal

EE UU y Rusia acuerdan en Ginebra el desmantelamiento de las milicias prorrusas y una amnistía para desescalar la crisis del este

El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry , saluda al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, antes de la reunión
El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry , saluda al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, antes de la reuniónlarazon

La reunión celebrada ayer en Ginebra entre los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Ucrania, Rusia y la Unión Europea logró un acuerdo entre las partes para promover el desarme de los grupos armados ilegales que están ocupando edificios en el este de Ucrania.

La reunión celebrada ayer en Ginebra entre los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Ucrania, Rusia y la Unión Europea logró un acuerdo entre las partes para promover el desarme de los grupos armados ilegales que están ocupando edificios en el este de Ucrania. A cambio, el Gobierno interino de Kiev se ha comprometido a lanzar una reforma constitucional que dará mayor autonomía a las regiones rusófonas, en el marco de un Estado federal. La «hoja de ruta» pactada también permitirá una amnistía para los manifestantes, excepto aquellos acusados de delitos «capitales». «Hemos aprobado la Declaración de Ginebra (...) en la que reconocemos la necesidad de dar unos primeros pasos concretos para distender la situación y traer seguridad a todos los habitantes de Ucrania», manifestó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.

En conjunto, el plan aleja el riesgo de un conflicto armado. Y eso aunque existían pocas esperanzas sobre el encuentro, sobre todo después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, tan sólo horas antes, reconociera que las tropas rusas «apoyaron» a las fuerzas de autodefensa en Crimea durante la ocupación de esta península previa a la incorporación a Rusia y que hará «todo lo posible» para defender a los rusoparlantes del resto de Ucrania.

Putin recordó durante una comparecencia televisiva que el Parlamento le concedió el derecho a emplear la fuerza militar en Ucrania pero «verdaderamente, espero que no tenga que ejercer este derecho y que seamos capaces de resolver todos los temas por las vías diplomáticas y políticas», manifestó. Precisamente, al menos de momento, la vía diplomática abierta en Ginebra parece detener la escalada cada vez más violenta en Ucrania. «Todo ello representa, creemos, un éxito, por hoy. Pero las palabras en papel sólo tendrán sentido si llevan a acciones que las refrenden. Estas palabras tienen que traducirse en actos. El trabajo todavía no ha terminado, y no terminará hasta que estos principios sean aplicados», declaró el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, acompañado de la máxima responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton. A su juicio, «es sólo el principio» de «pasos concretos iniciales que se verán reforzados y precisados con nuevos encuentros». A la espera de ver la realización práctica del compromiso de fomentar el desarme y desalojo de los edificios del Gobierno ocupados, Estados Unidos y la Unión Europea no piensan recular en las sanciones tomadas contra Moscú. «De momento creemos que es prematuro modificar las sanciones impuestas, pero si hay cambios en un futuro, desde luego que pondremos el tema sobre la mesa», dijo Kerry, quien recalcó que el objetivo de Ginebra, «no ha sido el de amenazar a nadie, sino abrir una puerta para que todas las entidades enfrentadas en Ucrania respondan a esta petición».

El documento de acuerdo se basó en un texto propuesto por el ministro ruso, quien defendió que la nueva Constitución establezca un modelo federal para Ucrania y comprometió todo el apoyo que Rusia sea capaz de proporcionar para que el resultado sea un éxito. Según Kerry, la reforma legal pretende «dar voz y voto a todas las partes» que deseen participar en un diálogo «abierto, nacional e incluyente».

Por su parte, el ministro ruso dijo que todo esto debe servir para «enviar una señal al Gobierno en funciones de Ucrania de que la responsabilidad está en sus manos». «Son los propios ucranianos los que deben encargarse de resolver la crisis, de frenar los conflictos, las detenciones de los manifestantes, los asaltos a los edificios y, a largo plazo, asegurar el lanzamiento de una auténtica reforma constitucional», dijo. No obstante, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) supervisará la realización de esta hoja de ruta. Además, criticó las recientes iniciativas de la OTAN para, a su entender, «romper la neutralidad de Ucrania» e intentar acercar el país a la Alianza. «Esta clase de cambios en el estatus de Ucrania como país no alineado podrían terminar afectando negativamente a los esfuerzos para terminar la crisis», planteó.

La UE no cede al chantaje del gas

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, respondió ayer a la carta enviada la pasada semana por Putin a 18 líderes europeos en la que amenazaba con cortar el suministro de gas si Ucrania no pagaba sus deudas que suman unos 2.000 millones de euros. Barroso le advirtió de que si quiere ser un productor fiable, Rusia debe cumplir su compromiso contractual. Además le recordó que los contratos son entre empresas europeas y Gazprom, no con su Gobierno.