Unión Europea
Los 28 plantean crear centros de migrantes fuera de la UE
El borrador del Consejo Europeo de la próxima semana contempla separar a los refugiados de los inmigrantes económicos en «plataformas de desembarque» en países terceros.
El borrador del Consejo Europeo de la próxima semana contempla separar a los refugiados de los inmigrantes económicos en «plataformas de desembarque» en países terceros.
Hasta ahora tan sólo había sido una propuesta informal discutida entre algunas capitales europeas, pero podría convertirse en una iniciativa con el aval de los Veintiocho. El borrador de las conclusiones de la próxima cumbre recoge la posibilidad de imponer «plataformas de desembarque» fuera de las fronteras comunitarias que permitirían separar a los refugiados de los inmigrantes económicos, en campos especiales, y evitar casos como el del barco «Aquarius».
Se trata de una vieja idea, resucitada en las últimas semanas por los países europeos partidarios de la línea dura –con Austria Dinamarca e Italia a la cabeza– y a la que parece haberse sumado Angela Merkel, quien ha visto cómo su propuesta de establecer cuotas de reparto de refugiados ha fracasado por la revuelta de los países del Este. Ha sido el presidente permanente del Consejo, Donald Tusk, el que ha decidido introducir esta iniciativa en un texto de conclusiones que podría sufrir cambios antes de la cumbre que se celebrará el 28 y 29 de junio. Tusk aboga desde hace meses por retirar la propuesta de las cuotas obligatorias, defendida por la Comisión Europea, ante la división que suscita entre las cancillerías europeas desde hace más de dos años. Se da por supuesto que será imposible llegar a un acuerdo en la Cumbre de Bruselas y el propio Tusk no ha mencionado esta posibilidad en las conclusiones.
La creación de campos de migrantes fuera de las fronteras europeas siempre ha planteado muchas dudas debido a sus implicaciones legales, aunque en el texto de conclusiones recoge la necesidad de contar con la cooperación del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones. Con esta iniciativa se pretende que los demandantes de asilo no puedan desplazarse dentro del territorio comunitario y elegir aquellos socios con un sistema más ventajoso, como Alemania.
A su vez, los países de llegada dejarían de soportar la presión de los flujos migratorios y la responsabilidad de identificar, registrar a los migrantes y poner en marcha su devolución en los casos de inmigración ilegal, tal y como exige el convenio de Dublín. Estas actividades serían llevadas a cabo por funcionarios europeos fuera del territorio comunitario y sólo aquellos en cumplimiento de las condiciones de refugiados podrían llegar al territorio de los Veintiocho. Los promotores de la iniciativa también defienden que estas propuestas desincentivarían los viajes de riesgo y el lucro de las mafias que sacan tajada del tráfico de personas.
Fracaso de la Comisión
El Ejecutivo comunitario, si bien con esta propuesta pierde la iniciativa política que le corresponde, parece haberse resignado a esta opción defendida por la línea más dura.
El Comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, que ayer se reunió con seis países de los Balcanes, negó que Albania sea el país elegido para albergar estos centros que mantendrían a los migrantes lejos de las fronteras exteriores europeas y se mostró cauto ante esta propuesta. Otros países africanos como Túnez y Libia también se han barajado en los últimos años como base de estos campos.
A pesar de que se señala que son necesarios «más esfuerzos» para contener las llegadas en las ruta del Mediterráneo Oriental y Central, los países europeos se felicitan de que gracias a las políticas europeas de control de sus fronteras exteriores «se han reducido un 95% las ilegales desde el pico máximo de octubre de 2015», dice esa propuesta del Consejo Europeo. Entre esas tareas pendientes estaría también intensificar los trabajos contra las mafias que trafican con seres humanos que operan desde Libia, así como seguir apoyando a Italia, el país que sufre mayor presión de llegadas.
Más allá de «solidaridad», el Consejo llama a reforzar los instrumentos externos de la UE dentro de la negociación del próximo presupuesto europeo para el periodo 2021-2027, «en particular para mejorar la cooperación con los países de tránsito» de los inmigrantes.
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