Política

Videos

Disturbios en Francia: El Elíseo confirma 1.385 detenidos y 135 de heridos

El Ejecutivo galo ha movilizado para hoy un «excepcional» dispositivo de seguridad «excepcional» con el despliegue de 89.000 policías y gendarmes frenar actos violentos.

Las protestas de los "chalecos amarillos"reunieron hoy a 125.000 personas en toda Francia, de los cuales 10.000 en París, y las fuerzas del orden llevaron a cabo 1.385 detenciones.

Las protestas de los "chalecos amarillos"reunieron hoy a 125.000 personas en toda Francia, de los cuales 10.000 en París, y las fuerzas del orden llevaron a cabo 1.385 detenciones, anunció el ministro de Interior, Christophe Castaner.

Esa era la cifra de arrestos a las 18.00 hora local, por lo que va a aumentar todavía puesto que los disturbios continúan en la capital y en otras ciudades, afirmó Castaner en una comparecencia ante la prensa junto al primer ministro, Édouard Philippe, que se felicitó de la acción de la policía.

Además, de acuerdo con un portavoz de Prefectura, hay contabilizados 55 heridos, de ellos tres policías, a causa de los disturbios.

Estas cifras se irán actualizando, pero están muy lejos de los cientos de heridos del pasado sábado en toda Francia, cuando se vivieron -especialmente en París- escenas de guerrilla urbana que han traumatizado al país y han dejado muy tocada su imagen exterior.

Ello se explica en gran medida por el despliegue de 89.000 policías y gendarmes (65.000 una semana antes), de ellos 8.000 en la capital, y que esta vez tenían la consigna de intervenir rápidamente contra los autores de altercados para impedir destrozos y que se levantaran barricadas.

Para eso, utilizaron cañones de agua a presión, gases lacrimógenos e incluso, por primera vez en más de cuarenta años en la ciudad, una docena de vehículos blindados de la Gendarmería.

Los primeros choques entre fuerzas del orden y manifestantes, con cargas y lanzamientos de gases lacrimógenos, se produjeron ya a primera hora de la mañana en la avenida de los Campos Elíseos, que era el principal punto de concentración de los "chalecos amarillos".

Pero los enfrentamientos más graves -con quema de coches o destrucción de mobiliario urbano para con él levantar barricadas- tuvieron lugar al ser dispersados algunos radicales en las zonas adyacentes, como la avenida Marceau o en torno al parque Monceau, así como en los Grandes Bulevares y cerca de la estación de Saint Lazare.

Con carácter preventivo, y tras la experiencia del vandalismo del pasado sábado, permanecía cerrada en esas zonas la mayor parte de los comercios, empezando por los grandes almacenes.

También estuvieron cerrados importantes monumentos y museos de París, como la torre Eiffel o el Louvre.

Además, desde primera hora de la mañana, 36 estaciones del metro y del tren de cercanía permanecieron clausuradas.

Fuera de la capital, también hubo altercados en otros puntos a lo largo y ancho del país, como en Burdeos, Toulouse, Marsella, Lyon o Nantes, donde alrededor de 2.000 personas marcharon hasta la Prefectura (delegación del Gobierno) antes de que la situación degenerara en enfrentamientos con las fuerzas del orden, que utilizaron gases lacrimógenos.

Al margen de las acciones violentas, los "chalecos amarillos"organizaron bloqueos o filtraron el paso de vehículos en decenas de lugares por todo el territorio francés, en particular en algunos puntos estratégicos de la red de autopistas, como en las dos principales entradas desde España.

La acciones organizadas en el peaje de Biriatou en el País Vasco en la A63 y en Le Boulou en la A9, junto al paso fronterizo por Cataluña, provocaron filas kilométricas.

Según el secretario francés de Estado de Interior, Laurent Núñez, por la mañana se había contabilizado a 31.000 personas en las acciones organizadas por los "chalecos amarillos", de ellas 8.000 en París.

Desde la oposición, el líder del partido izquierdista La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, criticó al Gobierno por la estrategia "provocadora"de utilización por la policía de gases lacrimógenos y se preguntó retóricamente si "la consigna no era crear violencia".

A juicio de Mélenchon, la "muy fuerte"movilización de hoy pone en evidencia el "fracaso total de la campaña de desmotivación y de intimidación"del poder.

Aunque las protestas del movimiento de los "chalecos amarillos", llamados así por la prenda reflectante que llevan, comenzaron en contra de la subida de los impuestos al carburante -tasa anulada posteriormente por el Ejecutivo francés para intentar aplacar el malestar social- luego se ampliaron para quejarse por la pérdida del poder adquisitivo y demandar, incluso, la dimisión del presidente francés, Emmanuel Macron.

PARÍS CERRADA

Un espectacular dispositivo de seguridad se ha desplegado en toda Francia, especialmente en las calles de la capital para «proteger a los franceses» de los «elementos radicales y facciosos», que van a intentar entrar en acción de nuevo.

Unos 89.000 policías y gendarmes han sido movilizados, casi cuatro veces el dispositivo del pasado 1 de diciembre, y no lejos del dispositivo desplegado tras los atentados de noviembre de 2015 (115.000 policías gendarmes y militares). El despliegue de París comprende 8.000 policías y gendarmes, drones, y una docena de vehículos blindados de la gendarmería, que por primera vez son utilizados en la capital. El Gobierno espera tener así un dispositivo «más reactivo y móvil para responder con más eficacia a la estrategia de dispersión y movimiento de los camorristas». Esta vez, los manifestantes no se han dado cita solo en los Campos Elíseos.

Los servicios secretos han identificado medio centenar de lugares de París en los que podía haber concentraciones con la presencia de elementos violentos también venidos del extranjero. Entre las figuras emblemáticas que movilizan en las redes se encuentra Maxime Nicolle, alias «Fly Rider», que con su amigo Eric Drouet, mantienen la presión sobre París desde las redes sociales. Ha colgado un vídeo en su página Facebook sugiriendo que «los pacifistas no vayan a París, porque los que van a estar no lo son». No afirma directamente que aprueba el empleo de la violencia, «ni con el hecho de que haya muertos o heridos graves», pero asegura que los que estarán «pueden ser gente harta, determinada, y no se les puede reprochar que lo estén». Afirma a sus seguidores que no puede decirles que vayan , pero que él irá. Por la noche matizó que el punto de encuentro sería el periférico y que no fueran al centro.

Todos los alrededores de los Campos Elíseos, y de las plazas de la Opera, la Madeleine, la Bastilla y la República podrían sufrir daños y la prefectura de la Policía de París ha enviado un mensaje a comerciantes y vecinos de esas zonas pidiéndoles que tomen las medidas necesarias para protegerse y proteger sus bienes.

Los comerciantes han sido conminados a proteger sus locales y a eliminar todo elemento susceptible de ser utilizado como arma por los manifestantes, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha anunciado el cierre de museos, centros culturales, mercadillos y gimnasios. Además, los servicios municipales han retirado 2.000 elementos de mobiliario urbano o containers.

Frente al riesgo de desbordamientos, los grandes almacenes como las Galerías Lafayette, el Printemps y el BHV han decidido cerrar sus puertas. También Radio France ha anulado todos los conciertos, talleres y visitas previstas hoy en la Maison de la Radio que estará cerrada al público hoy. El servicios de transportes públicos ha anunciado el cierre de una veintena de estaciones de metro y de bicicletas de libre servicio, y el rectorado de París ha anunciado que todos los establecimientos escolares estarán cerrados.

La Asistencia Pública de Hospitales de París ha decidido organizar «un dispositivo de vigilancia reforzada» en los hospitales para hacer frente a un posible aflujo de heridos con el refuerzo de efectivos médicos y no médicos, así como la identificación de capacidades hospitalarias suplementarias. En las manifestaciones del pasado sábado se registraron 820 heridos entre los manifestantes y 200 entre las fuerzas del orden. También en otras partes de Francia se esperan desbordamientos, lo que ha llevado al prefecto de Nord et Pas-de-Calais a prohibir las manifestaciones durante 48 horas para «prevenir los riesgos de incidentes». En Auvergne-Rhône-Alpes, los «chalecos amarillos» invadieron ayer las instalaciones del consejo regional cuyo presidente no es otro que el líder de Los Republicanos, Laurent Wauquiez.