Terrorismo yihadista
El Estado Islámico iza la bandera en Ramadi
Los yihadistas toman la capital de la provincia de Anbar, la más poblada de Irak, tras un mes de intensos combates
El Estado Islámico ha logrado otro importante avance en Irak. Con la captura de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de al Anbar, los yihadistas se han hecho con el control del 90 por ciento de la provincia más grande de Irak. Los yihadistas izaron ayer su bandera negra sobre el complejo del gobierno local tras invadir gran parte de la capital provincial, a 110 kilómetros al oeste de Bagdad.El Estado Islámico anunció que tomó el control de la sede del gobierno provincial después de «eliminar a los apóstatas» que permanecían en su interior. Los yihadistas atacaron durante la madrugada usando seis coches bomba para llegar al centro de la ciudad, donde se ubica el complejo de gobierno de Anbar, y después dinamitaron y destruyeron el edificio del consejo provincial, así como la comisaría central de la Policía local.
Según fuentes de seguridad, los extremistas usaron una excavadora blindada para derribar los muros que bloqueaban el camino al Departamento de Policía contiguo al edificio del gobierno. Dos vehículos bomba explotaron contra la comisaría de Al Mashd, en el centro de Ramadi, lo que provocó la muerte de siete efectivos de seguridad y heridas a otros veinte.Otro vehículo militar cargado de explosivos tuvo como objetivo el Departamento de Educación y un tercer coche bomba fue detonado en la puerta de acceso oeste al edificio de gobierno en el centro de Ramadi. En el oeste de la ciudad, otros tres vehículos cargados de explosivos detonaron cerca del Comando de Operaciones de Anbar. El asedio y captura de la sede del gobierno fue posible debido a que el Ejército iraquí se había replegado repentinamente, según fuentes castrenses. Los choques continuaron ayer en otras partes limítrofes de Ramadi, donde las fuerzas del gobierno central siguen a cargo de un equipamiento de control militar en el oeste de la ciudad. En los intensos choques murieron al menos trece miembros de las Fuerzas de Seguridad y otros 40 resultaron heridos. Los extremistas suníes mataron al menos a once civiles y capturado a decenas, entre ellos mujeres y niños. Un gran número de civiles de los barrios del centro de Ramadi huyeron, dejando sus vehículos y propiedades para buscar refugio seguro. Si Ramadi quedara completamente en manos de Estado Islámico sería un duro golpe estratégico para el Gobierno del primer ministro, Haider al-Abadi, apenas seis semanas después de que el Ejército y milicias chiíes recapturaron la ciudad de Tikrit que estaba bajo el dominio de EI. La nueva ofensiva de la organización terrorista para tomar la tercera ciudad de Irak comenzó hace ya un mes, donde miles de combatientes chiíes de las milicias leales al Gobierno de Bagdad habían acudido a ayudar a las fuerzas iraquíes e impedir que Ramadi cayera en manos de los yihadistas. No obstante, el fuerte despliegue militar de Bagdad, apoyado por artillería pesada y aviones de la coalición internacional, no ha conseguido frenar su avance. Para esta conquista, el EI ha contado con el respaldo de los líderes de las tribus suníes y con funcionarios del régimen de Sadam Husein.
En paralelo a la conquista de Ramadi, el EI mantenía ayer su cerco a la ciudad siria de Palmira. La aviación militar siria bombardeó ayer posiciones del grupo terrorista en la ciudad y sus alrededores, cuyas ruinas fueron proclamadas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, para tratar de frenar su avance. El EI, que inició hace dos días un ataque contra el este de la provincia de Homs, ha tomado la cercana población de Al Sujna y áreas periféricas de Palmira.
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