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Arde Líbano por segundo día consecutivo

En el centro de Beirut algunos manifestantes violentos levantaron barricadas, quemaron contenedores e incluso incendiaron un puesto de vigilancia de unas obras, donde había dos trabajadores sirios murieron asfixiados en la noche del jueves.

Las protestas comenzaron la noche del jueves después de que el ministerio de Economía anunciara el pago de una tasa por llamada de Whatsapp
Las protestas comenzaron la noche del jueves después de que el ministerio de Economía anunciara el pago de una tasa por llamada de Whatsapplarazon

“Zaura, zaura (revolución, revolución)” gritaban esta mañana decenas de miles de libaneses, de todo el crisol de sectas y religiones que conforman el país.

“Zaura, zaura (revolución, revolución)” gritaban esta mañana decenas de miles de libaneses, de todo el crisol de sectas y religiones que conforman el país, concentrados en la Plaza de los Mártires o frente al Gran Serrallo (el Palacio de Gobierno libanés). Desde 2005, desde la conocida Revolución de los Cedros que llevó a las tropas sirias a retirarse de Líbano, no se había visto una concentración tan multitudinaria sin estar adscrita a un grupo político o religioso. En las calles se habla del principio de una nueva revolución.

Los libaneses que han esquivado la “primavera árabe” podrían haberse contagiado por los aires revolucionarios del nuevo “otoño árabe”: Sudán, Argelia e Irak.

Las protestas comenzaron la noche del jueves después de que el ministerio de Economía anunciara el pago de una tasa por llamada de Whatsapp. Este fue la punta del iceberg tras una serie de subidas de tasas y recortes de pensiones para intentar paliar la crisis económica. Las protestas se volvieron violentas a medida que entraba la noche y más gente se unía a ellas. Los manifestantes comenzaron a cortar carreteras, levantar barricadas y quemar neumáticos en las principales carreteras de país al alba, cortando las vías e impidiendo a mucha gente que vive en los arrabales de Beirut o en las montañas acceder a sus puestos de trabajo, y también a aquellos que venían a unirse a las protestas desde otras partes de Líbano.

Altas columnas de humo negro se pueden ver desde todas partes de la ciudad, provenientes de los neumáticos quemados en las carreteras, pues los manifestantes amenazaron esta mañana con bloquear el país por tres días si el gobierno no toma medidas para atajar la crisis económica.

En el centro de Beirut algunos manifestantes violentos levantaron barricadas, quemaron contenedores e incluso incendiaron un puesto de vigilancia de unas obras, donde había dos trabajadores sirios murieron asfixiados en la noche del jueves. Esta tarde también se han producido disturbios después de que una turba de manifestantes saltara dentro de unas obras en el centro e intentaran prenderle fuego. Beirut es intransitable. La mayoría de calles están cortadas o bien por un retén del Ejército o por que los manifestantes han levantado una barricada.

Chantal, una mujer de unos 45 años, tuvo que andar 15 kilómetros para llegar a Beirut porque tuvo que dejar su coche estacionado muy lejos ya que la carretera estaba cortada. “He venido con mi hijo de 16 años. Gente como nosotros representa el carácter de estas manifestaciones. No somos afiliados de ningún partido, toda la gente que está aquí es porque quiere cambiar el Líbano. Estamos hartos de un Gobierno que nos roba. Estamos hartos de no poder llegar a fin de mes. De tener que enviar a nuestros hijos a estudiar fuera porque aquí no hay futuro”, lamentó la manifestante.

Por su parte Walid, trabajador de una empresa de informática, aseguró a LA RAZÓN que “hemos dejado atrás una sangrienta guerra civil para construir un país nuevo y hasta ahora nada ha cambiado desde entonces. Hoy, aquí, empezamos a construir ese nuevo país y hoy aquí termina una casa de políticos corruptos que nos llevan gobernando tres décadas. Los mismos que nos llevaron a la guerra civil”.

No todos los manifestantes, que se encuentran de todas las edades, están conformes en volver violentas las manifestaciones y quieren mantener la calma. De hecho, al mediodía, un grupo de manifestantes se interpuso entre los antidisturbios y algunos manifestantes que subieron el tono para impedir que se produjeran cargas policiales.

Ante la inestabilidad económica que ha conducido al país del Cedro a una crisis profunda, el ejecutivo libanés decidió aplicar una serie de medidas de austeridad como la subida de tasas y bajadas de pensiones que colmó la paciencia de los libaneses. Fruto de esta enferma economía, el dólar que siempre se había mantenido estable sin subidas ni bajadas frente a la Libra Libanesa (LL), es decir 1500 LL al cambio de 1 dólar subió repentinamente el mes pasado a un cambio de 1600 a 1800 LL.

En un rato se espera que el primer ministro de un discurso a la nación y se verá si se calman los ánimos o se incendian de nuevo. En las calles, los manifestantes no tiene intención de abandonar las protestas tan fácilmente hasta que vean cambios reales.