El único acuerdo posible

La crítica situación en la UE y Turquía obligaba a las dos partes a cerrar un pacto de conveniencia

–¿Por qué Turquía ha cedido tanto en la negociación?

–Como están las cosas, ni Turquía está en condiciones de pedir más ni la Unión Europea está en condiciones de ofrecer más. Erdogan puede exigir lo que quiera, pero mientras que en su país no se respeten derechos como la libertad de prensa, etc., sus demandas no llegarán a buen puerto. Se ha convertido en un autócrata, ha destruido el Estado de derecho turco: ¿a qué tipo de acuerdo va a llegar en esa situación?

–¿Serán respetados los derechos humanos de los refugiados en Turquía?

–Si nos concentramos solamente en los refugiados... Europa tampoco tiene derecho en estos momentos a darle muchas lecciones a Turquía. Sólo hay que ver «la jungla» de Calais, al norte de Francia. Pero hay que subrayar que los derechos humanos no son respetados en Turquía de una manera general, no sólo en lo relacionado con los solicitantes de asilo. Europa debe seguir haciendo presión durante las conversaciones bilaterales para conseguir que se implante en suelo turco un sistema democrático y que la libertad de pensamiento sea respetada por las autoridades.

–Ya hay casi tres millones de refugiados en Turquía y la cifra no tiene visos de disminuir, ¿podrá el país asumir un número tan alto de llegadas?

–No, por supuesto. Tres millones ya son inasumibles, no me quiero imaginar cuando lleguen más.

–¿Serán los 6.000 millones de euros suficientes para hacer frente a la llegada masiva de refugiados?

–Por un tiempo, sí. Mejorarán en algo la situación. Subsanarán algunos problemas. Pero no hay que olvidar que Turquía ya ha dedicado más de 14.000 millones de euros –de su propio presupuesto– a medidas para el cuidado de migrantes sirios.

*Ex secretario del Comité de Ciencias Sociales de la UNESCO (2003-2006)