Alianza

La OTAN descarta una zona de exclusión área e Ucrania porque llevaría a una “guerra total” con Rusia

La Alianza Atlántica denuncia que el Ejército ruso utiliza las ilegales bombas de racimo en sus ataques

A pesar de las preocupantes noticias sobre el curso de la contienda en Ucrania, la OTAN se sigue negando a a participar de manera directa, lo que incluye también una zona de exclusión aérea.

“Hemos dejado claro que no vamos a entrar en Ucrania con tropas ni tampoco con aviones en el espacio aéreo. La única forma de poner en marcha una zona de exclusión es mandar aviones de la OTAN e imponerla derribando aviones rusos”, ha explicado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, al término de una reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores de la OTAN que tuvo lugar ayer en la capital comunitaria.

Según el político noruego, la implicación directa de los socios de la Alianza conllevaría la potencial extensión del conflicto a más países. “Entendemos la desesperación, pero si hacemos eso acabaremos teniendo una guerra total en Europa, generando más sufrimiento”, declaró Stoltenberg para después argumentar que “esta es la razón por la que hemos tomado la decisión dolorosa de imponer sanciones duras, proveer de apoyo significativo –incrementándolo- y a la vez no involucrar las fuerzas de la OTAN de manera directa en el conflicto”.

Ucrania ha solicitado este tipo de ayuda a la Alianza de manera repetida en los últimos días y ayer el ministro de Exteriores del país, Dmitry Kuleba, tuvo la oportunidad de hacer este llamamiento de manera directa, ya que fue invitado a participar por videoconferencia en esta reunión. Pero la OTAN no cede.

Por los demás, la Alianza ha reforzado su presencia en los últimos días en los países del Este (con 200 barcos y 130 aviones en alerta) y, por primera vez en su historia, ha desplegado sus fuerzas de respuesta rápida, efectivos que pueden movilizarse sobre el terreno en un plazo de cinco días y con una duración máxima de un mes. El contingente puede llegar a los 40.000 soldados.

Además, el secretario general confirmó que en sus ataques a Ucrania rusa está utilizando bombas de racimo, lo  que “violaría las leyes internacionales”. La presencia de los ministros de Exteriores de la Alianza en la capital comunitaria se  prolongó ayer con su participación en una reunión de los ministros de Exteriores de la UE.

A pesar de que se debatieron nuevas sanciones, entre ellas el cierre de los puertos (ya se ha clausurado el espacio aéreo para las compañías y oligarcas rusos), no se tomó ninguna decisión, si bien esto puede cambiar en cualquier momento. El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, también abrió la puerta a extender la lista de bancos desconectados de la red de pagos Swift ya que hasta el momento este listado sólo incluye a siete y se ha dejado fuera a aquellos que realizan las transacciones energéticas, debido a la gran dependencia europea respecto al gas ruso (40% de las importaciones).

“Sabemos que este conflicto está lejos de terminar. Seguimos dispuestos a adoptar más medidas si Putin no se detiene y revierte la invasión”, aseguró ayer la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen en un comparecencia conjunta con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, quien también reconoció que esta guerra “va a durar”. Borrell también aseguró, que a pesar de la dureza de las sanciones puestas en marcha hasta el momento, estos castigos no son capaces de terminar con la guerra de un día para otro.

Tanto Von der Leyen como Borrell subrayaron ayer el aislamiento de Moscú, después de que más de 40 países hayan secundado las medidas restrictivas impuestas por la UE y EEUU y la mayoría registrada en la Asamblea General de la ONU, en la que 141 países apoyaron una resolución de condena por la invasión rusa.