Política

Guerra en Ucrania

La división de la UE da más margen al Krelinm

El coste económico aplaza las nuevas sanciones

La Razón
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Europa evitó el sábado la aprobación de nuevas sanciones contra Rusia. Se esperaba que la cumbre de líderes europeos reflejara unanimidad para determinar nuevas acciones contra la actuación de Putin en Ucrania, y más después de que la nueva incursión de tropas rusas en territorio ucraniano llevara hasta Bruselas al propio presidente, Petro Poroshenko. Pero el mensaje quedó bastante lejos de ser el esperado. Los líderes de los Veintiocho se limitaron a «encargar» a la Comisión Europea que proponga nuevas medidas en el plazo de una semana para castigar a Moscú. La respuesta inmediata no está en la agenda europea y menos cuando se trata de enfrentarse a la gran potencia energética rusa, de la que dependen algunos países de la Unión. Los 28 buscan imponer sanciones concretas que supongan un bloqueo fuerte para Rusia, pero necesitan más tiempo para meditar y seguir el protocolo que lleva a la Comisión a elaborar una propuesta previa, que el Consejo en otra reunión debería aprobar. La UE entró en la «fase 3» con Moscú, imponiendo sanciones económicas, después de la tragedia del avión malasio, que se cobró la vida de casi 300 personas, y esta decisión no parece haber trastornado los planes del mandatario ruso.

Es más, Europa está sufriendo protestas en Europa del sector agroalimentario por las pérdidas reales y futuras que acarrea el embargo ruso con el que Putin contestó de inmediato a las sanciones europeas. Desde Bruselas se prefirió no volver a reaccionar y esperar a conocer el impacto en sus Estados miembros del veto ruso. Algunos países no quieren entrar en una espiral de sanciones, aunque todos saben que la actuación de Rusia no puede quedarse sin una respuesta europea. La cautela comunitaria revela que hay intereses particulares que están primando sobre el conflicto del este ucraniano. Ésta es una de las mayores críticas que se le ha hecho siempre a la UE, que el nombre no le hace justicia. En este caso, Europa ha apoyado y defendido la integridad territorial de Ucrania desde el principio, pero no actúa con contundencia para frenar los pies al Kremlin. La Comisión lleva mucho tiempo trabajando en sanciones contra Rusia desde la anexión ilegal de Crimea. Su presidente, Durao Barroso, llegó a decir el sábado que había una propuesta sobre la mesa y que esperaba que los países «estuvieran listos» para aprobar nuevas sanciones. Por lo tanto, contar con una semana más es más bien una estrategia de algunos países europeos para ganar tiempo antes de volver a enfrentarse a Putin.