Corrupción política
La fiscalía brasileña denuncia a dos exministros de Rousseff por corrupción
La acusación se basa en una denuncia formulada por dos condenados por el caso de corrupción en Petrobras
La Procuradoría General de Brasil (fiscalía) denunció ante el Tribunal Supremo a dos importantes exministros del gabinete de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por su supuesta implicación en el caso de corrupción de Petrobras, informaron hoy fuentes oficiales.
En la nueva denuncia fueron acusados la actual senadora Gleisi Hoffmann, exministra de Presidencia, y su marido, Paulo Bernardo Silva, que fue titular de las carteras de Comunicaciones y de Planificación, ambos correligionarios de la jefa de Estado en el Partido de los Trabajadores (PT).
Hoffmann es una importante dirigente del PT y una de las más firmes defensoras de Rousseff en el Senado, cámara que votará en los próximos días sobre la apertura de un juicio político destituyente contra la jefa de Estado.
La acusación contra los exministros se basa en una denuncia formulada por dos condenados por el caso de corrupción en Petrobras, el cambista Alberto Youssef y el exejecutivo de la petrolera Paulo Roberto Costa, realizadas en el marco de sendos acuerdos de colaboración con la justicia.
Según esas denuncias, Hoffmann recibió un millón de reales (cerca de 285.000 dólares) de la red instalada en Petrobras para financiar sus gastos electorales en 2010.
El marido de Hoffmann, el entonces ministro Silva, habría sido el encargado de solicitar el pago de los fondos procedentes de Petrobras a Paulo Roberto Costa.
Los abogados de Hoffmann afirmaron, por medio de un comunicado citado por medios locales, que la acusación se basa en "especulaciones"y "no apunta cualquier acto concreto"cometido por parte de la senadora.
En la jurisdicción del Tribunal Supremo actualmente están siendo investigados por el caso Petrobras cerca de medio centenar de políticos protegidos por el fuero privilegiado.
Además, en la Justicia convencional desde 2014 se han presentado acusaciones contra 207 empresarios, ejecutivos de Petrobras y políticos no aforados, de los que 111 han sido condenados.
Las investigaciones descubrieron una compleja red, por medio de la cual, las constructoras más importantes de Brasil crearon un cartel para repartirse las obras de Petrobras y para inflar el valor de esos contratos, con el fin de aumentar sus beneficios y pagar sobornos a los ejecutivos y políticos que permitieron el fraude.
La petrolera, que está sumida en una grave crisis financiera, reconoció que ese fraude le costó pérdidas de por lo menos 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2015. EFE
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