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El Parlamento aprueba la activación del Brexit

Con una amplia mayoría, la Cámara de los Comunes autoriza al Gobierno a iniciar con Bruselas las negociaciones. Hasta 47 laboristas desafían a Corbyn.

La primera ministra británica, Theresa May
La primera ministra británica, Theresa Maylarazon

Con una amplia mayoría, la Cámara de los Comunes autoriza al Gobierno a iniciar con Bruselas las negociaciones. Hasta 47 laboristas desafían a Corbyn.

La «premier» Theresa May consiguió ayer un amplio respaldo de la Cámara de los Comunes para superar la primera fase del proyecto de ley con el que el Ejecutivo solicita a Westminster autorización para activar el Brexit. Los diputados discutirán, por tanto, la próxima semana las enmiendas presentadas por las distintas formaciones para definir los términos en los que se quiere llevar a cabo el divorcio con la UE. Posteriormente, el texto pasará a la Cámara de los Lores.

Tras un largo debate de dos días, la votación de ayer terminó con 498 diputados apoyando el texto del Gobierno, frente a 114 que se posicionaron en contra, entre ellos, nacionalistas escoceses, liberal demócratas –que consideran que no se explicaron a los ciudadanos las consecuencias del Brexit– y hasta 47 parlamentarios laboristas que desafiaron a su líder, Jeremy Corbyn.

El veterano político impuso a los suyos el mayor grado de disciplina de voto para que apoyaran el texto del Ejecutivo, pero sufrió la enésima revuelta interna con bochorno público incluido, ya que, apenas unos minutos antes de que empezara la votación, dos miembros de su gabinete presentaron su dimisión.

Según la prensa británica, la «premier» quiere que la legislación esté aprobada por el Parlamento el 7 de marzo, con el objetivo de activar formalmente el Brexit dos días más tarde, coincidiendo con la cumbre europea de Malta. La líder «tory» siempre ha querido activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa antes de que finalice el mes de marzo, pero el calendario podría retrasarse si los Lores también presentan enmiendas al texto.

Con este trámite parlamentario, el Ejecutivo obedece la decisión del Tribunal Supremo, máxima autoridad judicial del país, que la semana pasada, en una sentencia sin precedentes, ratificó el fallo del Tribunal Superior recalcando que May debía contar con la aprobación de Westminster antes de comenzar a negociar en Bruselas la salida del «club».

Tanto la oposición como las propias filas conservadoras –que amenazaron incluso con una revuelta interna– se han mostrado muy críticos con el mutismo que ha caracterizado a la «premier» respecto a la estrategia que va a llevar ahora a cabo. Por lo que, cediendo a las presiones, May publicará hoy el esperado «libro blanco», un documento oficial en el que se especificarán cuáles son los objetivos.

En un discurso pronunciado el mes pasado en el palacete de Lancaster House, la jefa de Gobierno ya adelantó que quiere sacar a Reino Unido también del mercado único. Sin embargo, los diputados exigían seguir los cauces habituales y publicar un documento al respecto, como siempre se han hecho con leyes que atienden a asuntos europeos.

Por otro lado, May también se ha comprometido a someter a votación el acuerdo final que se alcance con Bruselas para 2019, si finalmente las negociaciones comienzan este año. En este sentido, un sondeo de la firma YouGov divulgado ayer por la organización Open Britain, que hace campaña para que Reino Unido mantenga fuertes lazos con Europa, señala que el 51% de los consultados quiere que el Gobierno continúe las negociaciones con los estados miembros de la UE si el acuerdo es rechazado por los diputados. El 34% se mostró a favor de que, si ese pacto final es rechazado al no satisfacer a sus señorías, Reino Unido se quede sin acuerdo con la UE, mientras que el resto de los consultados no contestó.