Ataque yihadista en Francia

La UE prueba por primera vez un simulacro de atentado químico en ciudad

Francia, España, Bélgica, Alemania Italia y Portugal realizaron hoy en la localidad gala de Lyon el primer simulacro europeo de respuesta ante ataques con agentes radiológicos y químicos en zona urbana.

El objetivo del ejercicio es el de prepararse ante la hipótesis de que un atentado de ese tipo tenga lugar en suelo de esos países.

"Los ataques químicos o biológicos son amenazas que caen en la categoría de una probabilidad reducida, pero de un alto impacto. Cuando suceden, los efectos son catastróficos", resumió a la prensa la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, para destacar la importancia de saber afrontarlos.

Su objetivo buscaba probar el conjunto de sistemas operacionales y de comando de un país víctima de atentados terroristas en núcleo urbano que incluyan componentes químicos, biológicos y radioactivos, y acercarse para ello lo máximo posible a la realidad.

"Ya ha habido países que han hecho frente a atentados mayores, como Francia en el metro parisino, o España en 2004 (...). No son fantasmas, no es algo irreal, y debemos ser capaces de probar nuestro modo de organización ante este tipo de atentados masivos", añadió el ministro galo del Interior, Manuel Valls.

El simulacro, bautizado como "Urban Creats", previó hoy la dispersión de un producto químico con efectos sobre una estación de metro, una guardería y cafeterías del barrio lionés de Gerland, con la movilización de 500 personas entre los equipos de rescate y unos 450 hipotéticos heridos.

España colaboró con 40 personas y más de diez vehículos del cuerpo nacional de Policía y de la Guardia Civil, y su ministro del Interior, Jorge Fernández, se congratuló de la profesionalidad mostrada.

"Nadie está libre o seguro al cien por cien de no experimentar una agresión como la que estamos simulando, pero con ejercicios como el de hoy ponemos de manifiesto que nos preparamos para hacerla frente en las mejores condiciones posibles", indicó en su intervención.

El simulacro paralizó durante unas horas una parte de la ciudad y el transporte subterráneo en la zona, con un amplio dispositivo de medidas de seguridad, y la elección de ese tipo de contaminantes, según precisó el titular galo, no se hizo "al azar".

"Esto no es una serie estadounidense. Es una realidad que debemos afrontar para sacar las consecuencias. El rol del ministro del Interior no es dar miedo, sino prevenir, anticipar, ser capaz de organizar todo el riesgo que exista".

En este ejercicio se contó igualmente con seis unidades de descontaminación, y con el plan de traslado hacia dos hospitales de la ciudad de esas víctimas ficticias, que aunque se tomaron en serio la situación, en algún caso, según Valls, no pudieron esconder la sonrisa.

Aunque ya se había probado el dispositivo operativo en grandes acontecimientos culturales o deportivos, es la primera vez que se implica a la vez a los servicios de socorro, a módulos de protección civil, fuerzas de la policía y de la gendarmería en ámbito urbano, con esta complejidad, medidas de confinamiento de la población y, en ciertos casos, de evacuación.

"Tenemos que prepararnos de manera colectiva. Necesitamos una coordinación perfecta, a nivel europeo principalmente", añadió Valls, para quien el objetivo final es la "mutualización de las fuerzas", y la creación de una "task force europea".

Este ejercicio, que durará hasta el viernes, se beneficia de presupuesto comunitario, y buscaba además probar las recomendaciones lanzadas por la Comisión Europea en 2010 sobre el refuerzo de las capacidades de la UE para afrontar catástrofes que requieran la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil.

Haciéndose eco de una idea de Valls, el ministro español concluyó que "con esta experiencia de países socios, aliados, de amigos europeos, se concreta de una manera efectiva el ideal de la Europa que defendemos, donde la solidaridad juega un papel determinante".