Las barricadas se levantan en Ferguson

La muerte del menor de Cleveland coincidió con las nuevas barricadas que se han levantado en torno a la sede judicial de Ferguson. La decisión del Gran Jurado que debe marcar el rumbo del caso de Michael Brown, el adolescente de 18 años que murió después de que un policía blanco le disparase en Missouri este pasado verano, es inminente y puede ser muy polémica. Lo sucedido ha desatado en este Estado reiteradas revueltas raciales que han reavivado el debate sobre el abuso policial en Estados Unidos. Ahora el jurado debe determinar sólo si encuentra causas contra el sospechoso, Darren Wilson. De señalar que es así, será en otro juicio donde se decida su culpabilidad o inocencia.

En el pueblo se han concentrado centenares de activistas. Kwame Jefferson, que nació en el Caribe y vive en Estados Unidos desde hace 15 años, se queja del racismo del país. «Es siempre lo mismo. Cuando un agente de policía blanco te ve conducir un buen coche, te para porque piensa que lo has robado. Pero ¿cuántas veces se obliga a parar a un chico blanco cuando lleva un buen automóvil?», se interroga.

Parte del descontento entre los activistas ha sido que el sujeto de la investigación, el oficial Wilson, estaba entre las personas que han testificado sobre el caso. Un portavoz del fiscal del Condado de San Luis, Robert McCulloch, ha reconocido que no es probable que la Fiscalía haga recomendaciones específicas sobre los cargos. Pero se daría una serie de los mismos que se deban tener en cuenta, desde homicidio involuntario hasta asesinato en primer grado. Los activistas quieren que se presente el mayor número de cargos contra Wilson, pero temen que serán los mínimos por el simple hecho de que es blanco.

El Gran Jurado que investiga la muerte de Michael Brown se reunirá de nuevo hoy. El condado se encuentra en estado de emergencia, pero ayer ya se produjeron diferentes concentraciones y se espera que pueda haber más incidentes cuando se conozcan los cargos concretos. Docenas de personas recorrieron las calles rezando, coreando eslóganes y encarándose con la Policía. Hubo varias detenciones. Mientras tanto, la madre de Brown acudía a una concentración cerca del lugar donde murió su hijo para abogar por la paz.