Estados Unidos

Los escollos que amenazan la hoja de ruta siria

La definición del enemigo terrorista y el papel de Asad enfrentan a los principales actores

Sergei Lavrov (Rusia) y John Kerry (EE UU) chocan las manos en la rueda de prensa
Sergei Lavrov (Rusia) y John Kerry (EE UU) chocan las manos en la rueda de prensalarazon

La definición del enemigo terrorista y el papel de Asad enfrentan a los principales actores

El hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU se haya puesto de acuerdo por primera vez en torno a una hoja de ruta para poner fin a un lustro de guerra en Siria es, sin duda, un hito de la diplomacia internacional. No obstante, que la resolución vaya a tener éxito sobre el terreno aún está por ver. Antes de lograr un acuerdo de paz se deberá pacificar el país. El régimen sirio se ha mostrado dispuesto a establecer un alto el fuego y levantar el asedio al que tiene sometido desde hace años las zonas donde se encuentran los grupos armados de la oposición. «El Gobierno sirio está dispuesto a poner fin a los choques en las regiones donde están los rebeldes para lograr la reconciliación nacional, lo que supone el regreso de la vida normal, de las instituciones y de los servicios públicos a estas zonas», anunció ayer el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari.

Un cese de hostilidades puntual ya se puso en marcha en varias localidades tras alcanzar un acuerdo entre el régimen y los rebeldes en tres ciudades disputadas. A finales de septiembre, los partidarios del régimen y los insurgentes acordaron pacificar Al Zabadani, Fua y Kefraya, en un pacto auspiciado por la ONU. Las dos últimas son localidades, de mayoría alauí, en la provincia de Idlib y que están cercadas por los islamistas del Frente Al Nusra, mientras que Al Zabadani, cerca de Damasco, desde comienzos de julio es escenario de una ofensiva conjunta del régimen sirio y el grupo chií libanés Hizbula. Precisamente, el viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos anunció que se iba a proceder hoy a la evacuación de civiles en Zabadani. Pero, al parecer, el alto el fuego todavía no se ha puesto en marcha. En noviembre, en el distrito de Al Waer, último bastión rebelde de Homs, se acordó un alto el fuego y unas 700 personas, entre civiles e insurgentes, fueron evacuadas.

Los acuerdos de cese de hostilidades es interés de todos, tanto de la oposición armada como del régimen de Damasco. Las dos partes enfrentadas han cooperado para que se cumplan los acuerdos de pacificación. El establecimiento de un alto el fuego es el primer paso para comenzar con las negociaciones. La comunidad internacional ha marcado en rojo el próximo mes de enero para empezar con el diálogo entre Asad y la oposición. Tanto Damasco como los rebeldes comparten los mismos intereses. Los dos bandos enfrentados quieren una transición democrática y la celebración de elecciones. En cambio, distan en cuáles deben ser las prioridades. Para el régimen sirio, la lucha contra el terrorismo está antes que cualquier diálogo o concesión. Por su parte, para la oposición política, agrupada en la Coalición Nacional Siria (Cnfros), su prioridad antes de entablar negociaciones es la salida de Asad.Otra de las preocupaciones de la oposición es que en la resolución de la ONU no se hace mención a poner fin a los bombardeos de las fuerzas aéreas sirias y rusas. Tampoco hay referencia alguna a la figura de Asad. A este respecto, Rusia y Estados Unidos siguen estando en desacuerdo. Desde el comienzo, Rusia ha rechazado que se condicione el arreglo político en Siria a que su presidente abandone el poder, ya que considera que el destino del «rais» debe ser resuelto por los propios sirios.

Putin, a contracorriente

Frente al intento de acercamiento de posturas y la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU a una solución política en Siria, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, volvió a ser ayer la nota discordante al afirmar que las Fuerzas Armadas rusas utilizan en Siria el armamento más avanzado y que en caso de ser necesario emplearán «medios adicionales». «No empleamos todo lo que tenemos. Contamos con medios adicionales. Si es necesario los utilizaremos», dijo Putin en el Palacio de Kremlin. Tras destacar la coordinación que exhiben las distintas ramas de las Fuerzas Armadas rusas en la campaña de bombardeos en Siria, Putin señaló que «los terroristas han declarado abiertamente la guerra a la civilización, a toda la comunidad mundial».