Los ex guerrilleros de las FARC asaltan el Congreso

Con el rechazo de parte de los diputados y de la población, ayer se inauguró el nuevo órgano legislativo.

En un día histórico, por primera vez tras más de 60 años de conflicto armado, diez ex líderes y antiguos guerrilleros de las FARC, hoy bajo el movimiento Fuerza Alternativa del Común, tomaron posesión en el Congreso de Colombia. Eso sí, sus señorías juraron su cargo en un nuevo parlamento polarizado, que presenta más dudas que certezas, con dos grandes retos en los que tendrá que profundizar: la paz y la economía.

Respecto a la paz, quizás el más inquietante, se espera que se trabaje para darle desarrollo a los acuerdos con la ex guerrilla de las FARC y para hacer las modificaciones que se tienen planeadas hacer.

«Planteamos que la erradicación sea obligatoria, que el narcotráfico no pueda ser un delito amnistiable, que realmente haya sanciones para los que ocultaron armas y dinero que debió llegar para reparar a las víctimas, y que quienes hayan cometido crímenes de lesa humanidad no puedan ocupar sus escaños en el Congreso mientras pagan las penas», aseveró el propio presidente electo Iván Duque.

En el paquete económico, se espera que se tramite la nueva reforma tributaria, que se defina la reforma de las pensiones y el sistema de regalías, entre otros. Probablemente la izquierda impulse nuevas leyes anticorrupción.

En cualquier caso, las palabras de Duque no son nada halagüeñas hacía lo que se viene, respecto a los acuerdos firmados con la antigua guerrilla. Para cumplir, según los expertos consultados, es necesario que el nuevo Congreso apruebe en el punto de la Reforma Rural Integral, la Ley de Desarrollo Rural y de Tierras, la Ley de Catastro y el acto legislativo de creación de la Jurisdicción Agraria.

En cuanto al segundo punto de la agenda de La Habana –Participación Política– el Gobierno del presidente Iván Duque tendrá que presentar de nuevo la reforma electoral, el proyecto que garantiza las 16 curules o circunscripciones especiales para las víctimas y campesinos. Sobre el cuarto punto, la lucha contra las drogas lícitas, los legisladores tendrán que estudiar el proyecto de ley de tratamiento penal diferencial para cultivadores, como las mujeres cocaleras, y una ley para mejorar los procedimientos contra el lavado de activos.

Además está el tema más espinoso, las amnistías y la justicia paralela –especial– que hace una semana comenzó a juzgar a 31 guerrilleros y que comprende penas más benignas que la justicia tradicional. La intención del uribismo es bloquear parte de estas leyes pero el partido de la U –donde milita el presidente Juan Manuel Santos–, ya busca alianzas con los radicales para culminar el proceso.

Sin embargo, y pese a las posesiones de ayer, para el partido FARC no ha sido una semana fácil: Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez» y cabeza de la lista al Senado, anunció que no asumiría el cargo. Lo que ha generado incertidumbre sobre lo que ocurrirá con ese escaño. Además, todavía no se ha informado si Seuxis Paucias Hernández Solarte, alias Jesús Santrich, podrá posesionarse en la Cámara, pues desde el 9 de abril se encuentra detenido por cargos de narcotráfico y EE UU ya solicitó formalmente su extradición. La Fiscalía se pronunciará al respecto. En principio, tiene ocho días para presentarse en el Congreso. También están en veremos las curules en la Cámara de Iván Márquez, quien asegura que no hay garantías en parte por el caso de Santrich y Byron Yepes, quien argumenta estar enfermo. Quedan otros pesos pesados entre los diez elegidos como Pablo Catatumbo, ex miembro secretariado de las FARC, pero la fecha ha sido empañada por los enormes nubarrones que se ciernen sobre los acuerdos de Paz y, por tanto, sobre Colombia.