Política

Egipto

«Los islamistas deben seguir como pieza dominante en el juego político egipcio»

Mira Tzoref / Experta en Oriente Medio del Centro Dayan

«Los islamistas deben seguir como pieza dominante en el juego político egipcio»
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–¿Qué opinión le merece la situación actual en Egipto?

–El choque entre las distintas fuerzas políticas y lo que parece ahora un tipo de guerra civil –aunque yo no lo llamo en absoluto guerra civil– es inevitable.

–¿Por qué no lo llama guerra civil?

–Porque hay un enfrentamiento entre el Ejército y uno de los bandos en el conflicto, no entre los distintos sectores dentro de la población.

–¿Cuándo piensa que comenzó Mursi a cometer errores?

–Al principio, actuó increíblemente bien. Después, en lugar de dedicarse a los temas internos de Egipto, se convirtió ante todo en el presidente de los que apoyaron a los Hermanos Musulmanes. Además, aumentó el poder del sector más conservador dentro del movimiento y radicalizó su política. La Constitución islamista fue sólo un ejemplo.

–¿Se puede justificar el golpe de Estado?

–Claro que no. Era un presidente electo y en regímenes supuestamente democráticos hay otras formas de oponerse, por ejemplo, mediante elecciones.

–¿Esto puede deteriorar la situación de Egipto de modo irreversible?

–Me resulta difícil saber qué pasará mañana. Es indudable que las cosas se están deteriorando y que se han cruzado líneas rojas, pero no en el seno de la población civil, sino que han sido las autoridades.

–Entonces, ¿cree que el Ejército ha actuado de manera equivocada?

–Por supuesto. Tiró demasiado de la cuerda al atentar contra la dignidad del depuesto presidente y su movimiento. En la sociedad egipcia, el orgullo y la dignidad cumplen un rol muy fuerte. Mursi es un presidente que fracasó, pero no un criminal. No lo liberaron ni le permitieron hablar ante sus seguidores. De esta manera no van a acabar con las movilizaciones.

–¿Y los Hermanos Musulmanes?

–También cometieron sus errores. Se les dio la oportunidad de elegir entre dos opciones: optar por la nueva realidad tras las primeras protestas contra Mursi, participar en el diálogo nacional sin perder todas su poder y seguir siendo partícipes del juego nacional o la confrontación. Optaron conscientemente por la última alternativa.

–Y ahora, ¿qué será de ellos?

–El movimiento le ha cogido el gusto al poder y no van a dar marcha atrás, aunque ahora se encuentra en una situación difícil. Deben mantenerse como un componente dominante en el juego político egipcio.