Crisis migratoria en Europa
Los refugiados, en el punto de mira
Le Pen advierte de que algunos criminales podrían haber llegado como inmigrantes.
La afluencia masiva de refugiados a la Unión Europea está provocando el rechazo de muchos países, principalmente a los demandantes de asilo musulmanes. Ya antes de los atentados de París algún país europeo como Hungría alzaba la voz contra la acogida de refugiados musulmanes y tras los atentados de París, países como Polonia han exigido más controles para aceptar el sistema de cuotas. «Los ataques hacen que se replantee la necesidad de revisar de forma profunda la política europea contra la crisis de refugiados. «Aceptaremos refugiados, pero sólo si tenemos garantías de seguridad. Esto será una condición clave y hoy una incógnita que se ha puesto en toda Europa», señaló Konrad Szymanski, que hoy mismo será nombrado ministro de Asuntos Exteriores de Polonia.
El país se comprometió a acoger 4.500 refugiados, que se suman a otros 2.000 que ya había aceptado reubicar. Sin embargo, tras los atentados de París podría volver a unirse al grupo de Visegrado, junto a Hungría, República Checa y Eslovaquia, que votaron contra el sistema de cuotas de la UE. «La decisión de las cuotas es para todos los países europeos, pero su implementación es muy difícil de imaginar en la actualidad», añadió. Eslovaquia también se ha sumado a plantear dudas de nuevo sobre el sistema de cuotas.
Partidos de extrema derecha como el Frente Nacional de Marine Le Pen advertían de que algunos terroristas podrían haberse hecho pasar por refugiados. Tras una reunión con el presidente francés, François Hollande, Le Pen declaraba que la dispersión de los inmigrantes en diferentes municipios franceses «dan motivos a la población para temer por su seguridad». «Esto demuestra la eficacia del control de nuestras fronteras», agregó Le Pen, a quien un sondeo publicado ayer por «Le Figaro» sitúa a la cabeza de la primera vuelta de las elecciones regionales del próximo diciembre en el departamento de Nord-Pas-de-Calais/Picardie, con un 36,5 % de votos.La misma encuesta arroja que Le Pen perdería en segunda vuelta frente al ex ministro conservador Xavier Bertrand
Ante tanta declaración negativa, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha querido dejar claro que nada tienen que ver los refugiados con los terroristas que atentaron en París. «Los responsables de los ataques de París son criminales, no refugiados. Son precisamente de los que huyen los refugiados que llegan a Europa», remarcó Juncker desde la cumbre del G-20 en Turquía.
El líder del Ejecutivo comunitario pidió a los países que no mezclen los temas y no aprovechen la coyuntura actual para dejar atrás los compromisos adquiridos en una de las crisis más importantes a las que está haciendo frente la UE. En este sentido, pidió seriedad a todos los mandatarios europeos porque los demandantes de asilo tienen derecho a solicitar refugio en Europa si huyen de guerras o terrorismo. La Unión Europea acordó reubicar a 160.000 refugiados, pero por el momento, apenas se han reinstalado 147 personas en cinco Estados miembros.
En Bruselas había intención de castigar la islamofobia, conforme a las leyes que existen en Europa. La Comisión pidió hace unos meses a todos los Estados miembros que castiguen los delitos de odio y apliquen las «penas y sentencias adecuadas». La normativa europea obliga a todos los Estados miembros a penalizar este tipo de delitos, pero tras los atentados de París este objetivo quedará un tanto difuso.
El racismo y la xenofobia están muy presentes en Europa. La Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) considera que se trata de un problema «generalizado». La Unión Europea y sus Estados miembros están llamados a adoptar medidas inmediatas y contundentes para combatir las manifestaciones y los delitos extremistas, xenófobos y antisemitas.
Es en este contexto en el que se enmarcan los atentados ocurridos en París contra la sede de la revista satírica «Charlie Hebdo», o el atentado en Bruselas contra el Museo Judío. El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha considerado en alguna ocasión que esta falta de solidaridad se debe en gran medida al «miedo». «La diversidad nunca debe considerarse una amenaza. Tenemos la responsabilidad común de crear y fomentar una sociedad integradora», declaró.
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