Túnez

Los terroristas de Túnez se entrenaron en Libia y entraron desde ese país

El Ejército y la policía tunecina a las puertas del Museo del Bardo, dónde se perpetró el atentado.
El Ejército y la policía tunecina a las puertas del Museo del Bardo, dónde se perpetró el atentado.larazon

El secretario de Estado de asuntos de Seguridad tunecino, Rafik Chelly, ha confirmado que los autores entraron en el país de forma clandestina el pasado mes de diciembre.

Los autores del atentado que el miércoles mató a una veintena de turistas extranjeros se formaron en las filas de la rama libia del Estado Islámico (EI) y entraron en Túnez desde el país vecino, informaron fuentes de seguridad.

Según el secretario de Estado de asuntos de Seguridad tunecino, Rafik Chelly, los autores entraron en el país de forma clandestina el pasado mes de diciembre.

"Sabemos que se entrenaron en alguno de los campos para tunecinos takfiries (rama ultra radical del Islam) de Libia, en Sabratam Bengasi o Derna", este última ciudad bastión del EI en el este de Libia, afirmó el responsable, citado hoy por medios locales.

Chelly admitió que estaban en el objetivo de la policía y que eran investigados, pero se desconocía que pudieran estar planeando un ataque de esta envergadura.


Poco a poco van encajando las piezas del complejo rompecabezas yihadista en Túnez. Las autoridades del país árabe detuvieron a nueve personas y dieron las identidades de los dos terroristas abatidos por las Fuerzas Especiales «BAT» dentro del Museo del Bardo.
Se trataba de Hatem al Khashnawi y Yasin al Abidi, dos tunecinos de entre 25 y 30 años de edad, de Kasserine y Sbiba, respectivamente, que habrían pasado un tiempo entrenándose en Derna, en un campamento de la inestable Libia. La mayoría de los 3.000 yihadistas tunecinos que se encuentran en Siria e Irak pasan por Libia antes de partir hacia la yihad. Suelen mentir a sus familias, diciéndoles que han encontrado un trabajo o que se van a estudiar. La captación y el entrenamiento es increíblemente rápido. Pero no todos terminan luchando contra Bachar al Asad o viviendo en el «califato». Hay muchos terroristas que directamente han decidido esconderse en Libia desde que las Fuerzas de Seguridad tunecinas dieron un giro en la lucha contra el terrorismo.

El asesinato del máximo opositor a los islamistas moderados de Ennahda, Chokri Belaid, muerto a tiros a principios de 2013, indignó a Túnez, que volvió a gritar «Degage!» (fuera) al Gobierno islamista. Tanta fue la conmoción, que Ennahda cedió el Ejecutivo a un grupo de tecnócratas viendo que la «calle» dejaba de apoyarles. El nuevo Gobierno técnico tuvo como prioridad reforzar la frontera con Libia y las montañas con Argelia. Siempre se ha dicho en Túnez, incluso fuentes cercanas a la seguridad del país, que su asesino fue Ahmed Rouissi, alias «Abu Zakaria al Tunisi». Desde la caída de Ben Ali, Rouissi se había hecho fuerte en el grupo terrorista Ansar al Sharia. Tras el atentado contra Belaid, «Abu Zakaria» huyó a la frontera con Argelia, donde perpetró varios ataques contra las Fuerzas de Seguridad, y desde hace un año se le hacía en Libia. Murad Tenebres, periodista experto en seguridad, indica a LA RAZÓN que «Rouissi, es uno de los yihadistas más peligrosos, que ahora obedecía al EI. También tenía una buena relación con la ex primera dama, Leila Trabelsi» (se decía que era su vidente). Según Tenebres, «‘‘Abu Zakaria’’ murió el sábado en un ataque de Fajr Libia, una milicia islamista –que lucha tanto contra el general Haftar como contra los yihadistas del EI– que quiere retomar el curso de la revolución libia, por lo que el ataque al Museo Bardo podría ser una venganza». Es más, Tenebres recuerda a este periódico la casualidad de que Wannes Fakih, un líder de Ansar al Sharia, dijo este lunes que «operaciones cualitativas» tendrían lugar en Túnez. Menos de 48 horas después, Khashnawi y Al Abidi abrieron fuego contra los turistas.