Maduro promete otra «ofensiva» para abastecer los mercados

Las alarmas están encendidas entre los empresarios a la espera de que el presidente Nicolás Maduro aporte más detalles sobre la nueva ofensiva económica anunciada ayer. El líder bolivariano promete más producción, abastecimiento y precios justos. Pero lo que esperan los productores son más sanciones y multas y hasta nuevas nacionalizaciones. Éste supone un nuevo capítulo de esta historia interminable que comenzó a escribirse hace 16 años. Cada nueva medida que propone el Gobierno acrecienta la crisis que vive desde hace más de dos meses Venezuela, donde las masivas protestas ya se han saldado con 41 muertos y centenares de heridos.

Durante el mandato del fallecido Hugo Chávez, el precio del barril superó los 100 dólares –una cifra que hoy se mantiene–, lo que sirvió para financiar su «socialismo del siglo XXI», basado en subvenciones para los más pobres. Las misiones –programas sociales– fueron el emblema de la era chavista.

Pero el sistema agoniza. Ya lo vio el comandante antes de morir, que tras una primera fase basada en el asistencialismo quería pasar a la etapa productiva. Pero el engranaje no está listo y las empresas nacionales son incapaces de generar los víveres e insumos básicos que el país necesita para subsistir. Como consecuencia, Venezuela importa el 70% de los alimentos que consume, lo que supone un enorme gasto para las arcas del Estado. El presidente Nicolás Maduro era consciente de «la bomba de relojería» que heredaba de su mentor. Por eso lo primero que hizo tras enfundarse la banda presidencial fue echar cuentas y anunciar una «guerra» económica.

El lenguaje belicista obedece a la paranoia constante dentro del chavismo: la derecha y el imperio pretenden desestabilizar el país y «tumbarnos». Históricamente razones no les faltan, pero en la actualidad, el Gobierno se basta solo para dejar Venezuela en la bancarrota. Sin dar mayores detalles, el presidente asegura que «hay que producir más y mejor». Otro de los nuevos objetivos es lograr el abastecimiento pleno. «El tercer objetivo es el precio justo, porque se ha desatado en algunos rubros nuevamente la locura del capitalismo especulador y parásito».

La oposición respondió ayer a Maduro por boca de Ramón Guillermo Aveledo y Julio Borges, que exigieron que la «ofensiva económica» implique una «rectificación profunda» para en el corto plazo disminuir la escasez y la inflación. Si no hay una rectificación profunda, habrá «más escasez, más inflación, más pobreza», advirtió Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a los partidos opositores venezolanos. Borges señaló que Maduro unirá al país si centra el «foco principal del cambio económico» en aumentar la producción nacional para disminuir las importaciones de productos básicos.