México confirma la muerte de «El Chayo», capo del narcotráfico

El Gobierno mexicano ha confirmado este domingo la muerte de uno de los líderes de Los Caballeros Templarios en un enfrentamiento con la Marina en el estado de Michoacán, que podría ser su máximo dirigente, Nazario Moreno, alias 'El Chayo'.

Según ha informado el diario mexicano 'El Universal', las autoridades federales han indicado que se ha producido un enfrentamiento entre los 'templarios' y los militares en el que una persona ha muerto.

La identidad del fallecido aún no se ha confirmado. "Hay un abatido, pero todavía no se puede precisar quién pueda ser", ha dicho el portavoz de seguridad del Gobierno de México, Alejandro Rubido.

Sin embargo, se sospecha que podría ser 'La Chuya', líder de Los Caballeros Templarios y fundador del cártel de La Familia Michoacana, uno de los principales objetivos de las fuerzas mexicanas.

"Todo parece indicar, más o menos con un 98 por ciento de certeza, que es este señor", ha dicho a la agencia de noticias Reuters un funcionario del Gobierno de Enrique Peña Nieto, bajo condición de anonimato.

'El Chayo' fue dado por muerto en un tiroteo que se produjo en diciembre de 2010. El Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) dio por buena esta información, pero el cadáver nunca llegó a encontrarse.

La noticia de la muerte de 'El Chayo' provocó la disolución de La Familia Michoacana y la creación, a partir de su núcleo duro, de Los Caballeros Templarios de manos de los hombres de confianza de este capo de la droga.

A principios de año, funcionarios michoacanos revelaron a Reuters que Moreno sobrevivió a este tiroteo, algo que se confirmó el pasado fin de semana cuando los grupos de autodefensa dijeron que habían estado cerca de capturarlo en la sierra de este estado.

De confirmarse la muerte de 'El Chayo', sería el segundo gran capo de la droga neutralizado por el Gobierno de Peña Nieto, que el pasado 22 de febrero ya detuvo a Joaquín 'El Chapo' Guzmán, el narcotraficante más buscado del mundo, en Sinaloa.

Michoacán vivió a principio de año una de sus peores crisis de seguridad, a raíz de que los grupos de autodefensa asaltaran Apatzingán, dando lugar a tiroteos, saqueos e incendios, incluso en la Alcaldía, que se saldaron con la muerte de una persona.

A partir de ese momento, las también llamadas policías comunitarias irrumpieron en otras muchas localidades, lo que obligó al Gobierno de Enrique Peña Nieto a desplegar a las fuerzas federales y a crear el cargo de comisario federal de Seguridad de Michoacán. El objetivo de los grupos de autodefensa michoacanos es expulsar de la zona a Los Caballeros Templarios, que se han instalado en este estado para controlar este importante punto de la ruta de la droga hacia Estados Unidos, con el consecuente aumento de la violencia.

En el último año se han multiplicado los grupos de autodefensa, sobre todo en las zonas rurales de México, con el único objetivo de erradicar el crimen organizado, según dicen, ante la pasividad de las autoridades y las fuerzas de seguridad.