Estados Unidos
Michelle Obama: «Nunca perdonaré a Donald Trump»
La ex primera dama estadounidense acusa a Donald Trump de «arrasar con el legado» de su esposo
La ex primera dama Michelle Obama acusa a Trump de «arrasar con el legado» de su esposo.
La ex primera dama Michelle Obama saca hoy a la venta sus memorias, un libro titulado «Becoming» (traducido como Mi Historia en español). Y de los extractos que ya han publicado algunos medios estadounidenses lo que ya ha copado titulares el lo que siente la ex primera dama por el sucesor de su marido en la Casa Blanca. En sus memorias, la mujer de Barack Obama expresa su consternación ante el hecho de que tantas mujeres norteamericanas hayan elegido al «misógino» Donald Trump frente a la primera mujer candidata a la presidencia, Hillary Clinton. La ex primera dama revela que algunas noticias «le revuelven el estómago» y que se pregunta a menudo «si en algún momento tocaremos fondo» cuando ve cómo Trump arrasa con el legado de su marido.
«Algunas noches no podía dormir, enojada por lo que ha llegado a suceder», admite la esposa del exmandatario Barack Obama en los últimos pasajes del libro. «Ha sido angustioso ver cómo el actual presidente ha llevado a muchos estadounidenses a dudar de sí mismos y a dudar de los otros y temerlos», añade.
Pero ante todo, Michelle Obama asegura que jamás le perdonará a Trump haber puesto en peligro la seguridad de su familia al promover, en 2011, el falso rumor de que el entonces presidente no había nacido en Estados Unidos, algo que alborotó al sector más racista del país. «Donald Trump, con sus insinuaciones chillonas e irresponsables, estaba poniendo en riesgo la seguridad de mi familia. Y nunca le perdonaré por eso», sentencia.
La entonces aún pareja presidencial siguió la noche electoral de 2016 en el cine de la Casa Blanca. «Cuando acabó la película y se encendieron las luces, el móvil de Barack vibró», relata. «Lo vi mirarlo y volverlo a mirar, con el ceño ligeramente fruncido: «Los resultados en Florida son algo extraños», me dijo. La ex primera dama sigue con su relato explicando que poco a poco la ansiedad se convirtió en miedo y que prefirió irse a la cama para «bloquearlo todo».
Altibajos de su vida cotidiana
Michelle Obama refleja en su primer libro de memorias los altibajos cotidianos de su vida por encima de su periodo como celebridad mundial en la Casa Blanca. Convertida en un icono progresista, Michelle promocionará sus memorias con una gira digna de una estrella de rock, con charlas en estadios de EE.UU. y el Reino Unido de la mano de famosas como la escritora Chimamanda Ngozi Adichie o las actrices Reese Witherspoon y Sarah Jessica Parker.
Esa espectacular gira contrasta con el tono íntimo de la obra, en la que Michelle se esfuerza por superar el esquema clásico de la primera dama y pone el acento en experiencias universales ligadas a su vida familiar y laboral.
Más allá de sus declaraciones contra Trump, el resto de las memorias se alejan de la polémica, aunque no faltan reflexiones sobre su papel como la primera esposa afroamericana de un presidente de EE.UU. «Ni por un segundo pensé que el cargo sería fácil y glamuroso. Nadie a quien se apliquen los calificativos ‘primera’ y ‘negra’ podría pensarlo», explica Michelle.
«Yo era mujer, negra y fuerte, algo que para ciertas personas quería decir ‘enfadada’. Era otro cliché dañino, algo que se ha usado desde siempre para arrinconar a las mujeres de las minorías», añade.
Quedar reducida a un estereotipo racista irritaba a Michelle, pero intentó no caer en esa «trampa» y mantuvo la cabeza alta, ejemplificando el lema que popularizaría durante la campaña electoral de 2016: «Cuando ellos se rebajan, nosotros nos elevamos».
Michelle dedica la primera parte del libro a su infancia y adolescencia en un «estrecho apartamento» de un barrio humilde de Chicago, en una familia descendiente de esclavos.
Sus análisis sobre las divisiones de raza y clase, el machismo o la educación pública dan paso a una segunda parte centrada en el comienzo de su vida con Barack Obama, de quien se enamoró con «una ráfaga de deseo, gratitud, satisfacción y asombro».
La ex primera dama, una brillante abogada preparada en dos prestigiosas universidades, reconoce también que sintió una «pizca de resentimiento» al comienzo de la absorbente carrera política de su marido, que la relegó a ser «madre trabajadora a tiempo completo y esposa a tiempo parcial».
Confiesa que Barack y ella acudieron a una terapia de pareja para superar esos roces y las secuelas de un aborto espontáneo, que les llevaron finalmente a concebir mediante fecundación in vitro a sus dos hijas, Malia y Sasha.
Las memorias de Michelle prometen agitar las aguas políticas en un momento en el que comienzan a sonar posibles aspirantes demócratas para las elecciones de 2020, pero ella sigue firme ante el clamor de sus seguidores.
«No tengo ninguna intención de presentarme a ningún cargo público, nunca», zanja en su libro, informa Efe
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